jueves, 29 de octubre de 2009

La Muerte del Almirante Cloudesley Shovel

El cuerpo del almirante sir Cloudesley Shovel, comandante en jefe de la flota británica, fue encontrado a seis millas del lugar del naufragio, después de haber perdido su barco en las rocas de la isla de Sicilia. Shovell abandonado el buque en una de sus lanchas, intentó llegar a la costa junto con dos de sus hijastros, su bandera capitán y un perro. Extenuado, sin su lancha, intentando llegar a nado, dio con su cuerpo en la costa totalmente agotado. Ya sin mas fuerzas, estaba a muy poco de la playa, cuando lo encontró una anciana luchando por hacer los últimos metros. La mujer lo mató en la creencia, común en ese tiempo entre los habitantes de las costas, de que un cuerpo arrastrado a tierra por las olas era un objeto abandonado, lo cual le daba la posesión legal del anillo de esmeraldas que llevaba en el dedo el almirante. Ese gran anillo de esmeralda que llevaba no estaba cuando fue descubierto su cuerpo ahogado con la cara enterrada en la arena.

sábado, 24 de octubre de 2009

Octubre

Antes que termine octubre quisiera hacer una observación sobre cuestiones del desembarco de los españoles en el Continente Americano.

Forma parte del mito, que los españoles vinieron con espejitos y cristales de colores y lo cambiaron a los aborígenes por oro y piedras preciosas. Este mito deja el supuesto que los indios eran ignorantes y los recién llegados demasiado vivos (y conocedores). Es cierto que se llevaron de aquí oro, muchísimo, y no solo eso, pero también es cierto que no eran los más lucidos y conocedores del tema. Cuento aquí la siguiente anécdota: cuando los soldados españoles de la expedición de Francisco Pizarro a Perú, en 1532, hallaron esmeraldas tan grandes como huevos de paloma, en la creencia equivocada de que las esmeraldas verdaderas podían ser rotas, golpearon con piedras y martillos sus hallazgos y cuando las gemas fueron destrozadas, decidieron que todo lo que habían encontrado era cristal de color.

 

Esto me recuerda a cuando encontraron los rollos del Mar Muerto, lo que disparo búsquedas arqueológicas por la zona. Algunos arqueólogos oían a los lugareños que les decían donde había rollos similares, pero no eran muy específicos en sus indicaciones, así que los científicos les dijeron que les pagarían una cifra (digamos 10 dólares) por cada pedazo de pieza antigua que encuentres. ¿Y que hicieron los lugareños?, pues lo lógico para ellos, si un pergamino con una superficie de 20 cm² vale 10 dólares y dos con trozos con la mitad de superficie cada uno sale 20, cortémonos en 8 pedazos.

Y así los científicos obtuvieron un rompecabezas con piezas increíblemente pequeñas de papiros antiguos. Pero ese es otro tema….

jueves, 22 de octubre de 2009

Iwo Jima

Como ya he dicho otras veces, me escudo en el hecho de no ser historiador, para disculparme por los posibles errores que contengan estas breves líneas, y a las que en este caso agrego la mayor parte las hago de memoria, recordando algún viejo documental que he visto y alguna que otra historia que he leído sobre el tema.

 

En febrero del '45 se comenzó a pelear por el control de la isla de Iwo Jima. Una batalla que duraría 36 días y que dejaría el saldo de unas 46.000 bajas entre las partes enfrentadas.

La posición estaba defendida por el Imperio Japonés, el ataque lo llevo adelante la marina de EEUU. Unos 30.000 hombres desembarcaron en las negras arenas de Iwo Jima y comenzaron una de las más heroicas batallas de la Segunda Guerra.

 

Para que tengan una idea de lo que se lucho y de la heroicidad del lado norteamericano solo les diré que mas marines de EEUU han ganado la Medalla al Honor por la batalla de Iwo Jima que en cualquier otra batalla de toda la historia militar de EEUU (lo que no es decir poco). En 36 días de combate tuvieron mas de  25.000 bajas (1 de cada 3 fue muerto o herido).

 

Pero hay otra batalla interesante a tener en cuenta en esta isla y es la batalla de mentalidades. Porque todos saben que cuando dos partes se enfrentan (en el más amplio sentido de enfrentamiento) la batalla se desarrolla sobre distintos niveles, y sobre todo en distintos terrenos, uno de los más importantes: el mental, el que propone la actitud.

 

 

 

 

El general japonés elaboró una muy buena estrategia y cavó túneles en toda la isla, favorecido por las rocas volcánicas ligeras a agujerear. Estos miles de kilómetros de túneles le fueron bien útiles cuando la Navy y la US Air Force procedieron a un bombardeo masivo de la isla. Y luego cuando la marina comenzara a bombardear las posiciones japonesas con el fuego de 6 destroyers y 4 cruceros pesados. Los obuses les escupieron proyectiles todas las mañanas, operación repetida a intervalos regulares desde principios de diciembre hasta febrero de 1945. Con picos como el del 19 de febrero del 45 donde agregaron el ataque de 120 aviones lanzados desde los portaviones que arrojaron bombas de NAPALM.

 

Finalmente se produjo el desembarco y durante la primera media hora parecía que la marina y la aviación habían hecho todo el trabajo de los marines. Estos encontraron solo una resistencia esporádica e implantada a largos intervalos y en apariencia totalmente desorganizada. Todo parecía ir bien para los marines hasta que giran hacia una pequeña cima de una duna… y en ese preciso momento se pone en marcha contra ellos un fuego cerrado de ametralladora y de morteros provenientes de puestos bien camuflados. Una lluvia mortal de balas y de obuses barre sistemáticamente la banda de terreno a todo lo largo. La operación más costosa que hayan conocido los marines en toda su historia viene de comenzar.

 

Durante algunos interminables segundos el shock sucedáneo al fuego enemigo que venia de hacer su aparición por la parte de los japoneses clava a los marines al suelo. No podían quedarse en el lugar y hacer frente a ese fuego (ninguno sobreviviría) y no podían retroceder tampoco porque a pesar de los tiros que pegaban por todas partes detrás de ellos estaba la playa con las barcazas de desembarco que avanzaban aun, desembarcando las compañías de apoyo que se agarraban a la cabeza de playa ya hecha.

Así que los pelotones de cabeza empujaron delante de ellos (mas para escapar de la lluvia de obuses que les estaba cobrando ya muchas vidas). Llegaron así justo delante de las posiciones japonesas, casi cara a cara. Sin posibilidad de repliegue, destruyeron algunas, y siguieron adelante. Forzados y muriendo de apuñados, en una larga e interminable hora consiguieron ganar 800 metros, pero habían conseguido que 7 batallones de marines desembarquen.

 

Este fue el error fundamental del general japonés Kuribayashi, permitir que la primera ola de marines atraviese la playa y sostenga la posición, porque esto permitió que para el fin del día, 30.000 marines con todas sus armas y logística hayan desembarcado. Lo que permitió a los norteamericanos atravesar y "estrangular" la isla y aislar el monte Suribachi con su guarnición del grueso de las fuerzas de defensa japonesa y permitiendo a los marines controlar el extremo sur. Menciono especialmente este monte porque la primera vez que oí de él fue en la época en la que trabajaba como foto-periodista de deportes y quería entrar a corresponsal de guerra y vi una foto en donde cuatro soldados levantaban una bandera. Una foto excelente, dramática (sobretodo por el blanco y negro) al verla me quite el sombrero mas por Joe Rosenthal que por los soldados que participaron en la batalla.

 

Volviendo a la batalla, la toma del monte Suribachi tomo 4 sangrientas jornadas. Ya estaba terminando el mes de febrero y todos ya tenían "demasiado" en esa isla. Pero a partir de ese momento comenzó lo mas salvaje de la batalla, cuando comenzó el asalto de los marines contra las líneas de defensa norte. Allí la batalla fue con cargas de bayoneta, con laza-llamas, con granadas, con pistola, cuerpo a cuerpo… y así durante 21 días y noches.

 

Del lado japonés habría que agregar que a los fragores de la batalla se le agregaba días enteros sin comer y los últimos sin beber. Sin remedios ni ningún tipo de asistencia. Y aquí es en donde hablo de las partes mentales diferentes, los japoneses, educados con el código Bushido creían que la rendición era un deshonor y estaban obligados a morir por defender la isla. Y así lo hicieron. A un norteamericano se le puede decir que va a ser duro, pero no que no existe la posibilidad de rendición y que va a tener que morir en la batalla.

 

Sobre el final de esta historia, perdido por perdido, el general Kuribayashi y lo que le queda aun con vida de su tropa, enfermos, heridos, hambrientos y muertos de sed, se lanzan en un ataque suicida contra los norteamericanos armados con cuchillos, algunos con sables y otros con bayonetas. La batalla esta terminada, la victoria es para los marines (que perdieron mas hombres que los japoneses).

 

A cierta distancia de allí, no muy lejos, un soldado japonés hace frente a un grupo de marines con una pala, sin rendirse y sin poder causar daño alguno a sus enemigos.

 

 

 

Para los que le interese esta batalla, les recomiendo la generosa bibliografía sobre el tema, y las dos brillantes películas que hizo Clint Eastwood sobre el tema, una del punto de vista norteamericano "La memoria de nuestros padres" y otra del punto de vista japonés "Cartas de Iwo Jima"

 

Se hundio como una piedra!

He oido la frase que da titulo a estas lineas una buena cantidad de veces, y es que e sobvio que si uno tira una piedra al agua esta se va a undir. Bueno, aqui en Francia hay un tipo que s ele ocurrio hacer un barquito en granito y lo consiguio !. Me parecia importante comentarlo, porque la verdad que me parece de lo mas impresionante.
Luego de navegar en el pueto de Saint-Malo, fue puesto al agua unas 13 veces (sin supersticion alguna) en Brest, Douarmenez, Jersey..... siempre con miles de espectadores atonitos de ver a la piedra flotar.
 
 

Lang Lang y Tom y Jerry

Cuando era chico me gustaba ver en la tele Tom y Jerry. Mi madre, cuando me veía en estos menesteres, me apagaba la televisión y a los gritos (cuando no algún sopapo de propina) me enviaba a estudiar, no importa que cosa, o a hacer deberes.

A Lang Lang también le gustaba ver Tom y Jerry. Cuando tenia unos dos años, y luego de ver un episodio de estos dibujitos en donde se tocaba la "Rapsodia húngara N°2" de Franz Liszt (un celebre episodio que recuerdo muy bien) le pidió a sus padres aprender piano para tocar como los dibujitos. Sus padres decidieron aceptar su pedido, en vez de gritarle para que agarre los libros, o se ponga a hacer tarea.

Poco después, con solo 5 años, arrasó como niño prodigio en más de treinta concursos en China, Japón y Alemania. Sin embargo su fama no vino por este lado sino por una curiosa anécdota en la que Lang Lang, con solo 17 años, acude in extremis a salvar una dramática sustitución de un indispuesto André Watts en el Festival "Gala de la Centuria" de Ravinia, en el cual tocó el Concierto para Piano Número 1 de Tchaikovsky con la Orquesta Sinfónica de Chicago. Sin hacer alusión al acto heroico, y solo referido a la critica musical de lo que se había oído esa noche The Chicago Tribune lo llamó "el más grande, más excitante talento del teclado descubierto en muchos años". Con esa muestra, hubo que esperar 2 años para verlo y en el 2001 hizo su debut con todas las butacas vendidas en el Carnegie Hall. Desde entonces, el ascenso internacional del joven pianista chino es imparable. 

 

Para mi, es una persona que se sigue divirtiendo con lo que hace. Alguien que disfruta estar al servicio de la música. Aquí los dejo con la música de Tom y Jerry que disparo esta hermosa aventura. http://www.youtube.com/watch?v=yuiQ0Ihn8Go&feature=player_embedded

domingo, 18 de octubre de 2009

El rigor científico, la minuciosidad de las mediciones, los pequeños cambios en los resultados experimentales y la validez de una u otra teoría (o de ninguna de ellas) tercera parte

III

Se sentó y miró la ecuación. De pronto un olor lo hizo recordar sus años de estudiante, ese olor tan característico del azufre. Cerró los ojos para concentrarse y recordar mejor. Cuando los abrió ya estaba allí, flotando a unos centímetros sobre la mesa. Era una especie de hipogrifo del tamaño de un perro mediano. Pasaron unos silenciosos instantes hasta que el hipogrifo abrió la boca y dijo "estoy aquíííí" pero, al parecer, el tono era muy alto para su gusto, así que mientras se arreglaba la garganta carraspeando creo una nube gris y densa alrededor de él, se arreglo nuevamente la garganta y dos octavas mas abajo recomenzó, "supongo que usted sabrá, o tendrá recursos para imaginar con certeza, quien soy y por qué estoy aquí".

Sam lo contemplo en silencio y se llevo una mano al mentón. Frunció el seño y luego soltó una carcajada. "Esto es mucho mejor que el absenta", dijo riéndose. Y va en crescendo, anoche creí ver una curva moverse (¿o fue antenoche?) Ayer a la mañana dos ecuaciones cambiaron de lugar. Y hoy lo mejor.

El hipogrifo tosió dos veces tapándose la boca y con aparente mala gana, mirando los objetos del laboratorio mientras le hablaba, dijo "de acuerdo con el protocolo, estoy obligado a decirle lo siguiente:

Uno, no obro de motus propio, sino que en todo respondo a una autoridad mayor, una entidad que me llevaría demasiado tiempo explicar, y que incluso así usted no comprendería.

Dos, estoy aquí porque usted me convoco…"

Sam lo interrumpe y le dice "si ya sé, mi alma por todo lo que falta para terminar mi tesis doctoral". "Como alucinación usted no es mas original que toda la mitología cursi y banal de cientos de libros y películas".

El hipogrifo dejo de flotar y se apoyo sobre el libro de Química Orgánica de Morrison y Boyd y lanzó otra vez una rápida nube que lo cubrió apenas mientras se transformaba en una garuda. Luego con solemne parcimonia, impostando la voz dijo "vuestra alma, oh! pobre mortal, ya me pertenece (o casi), estoy aquí solo porque el protocolo que estaba en tren de deciros me obliga a explicaros las condiciones". Mientras Sam lo miraba en silencio, la (ahora) garuda continuo diciendo.

"Decía que:

Dos, estoy aquí porque usted me convocó, y al hacerlo ha empeñado su alma, aunque aun no la ha perdido, solo empeñado. De todos modos me quedare con la misma… a menos que usted me venza.

Tres, a cambio de su alma, usted podría tener su tesis, si eso le place, pero no su alma. No puedo otorgarle las dos cosas".

Sam interrumpe nuevamente y le pregunta "y en que terreno se supone que debemos competir para que yo lo venza".

"¡O no!", se apura a aclarar la garuda. "Le adelanto que son demasiado escasos los mortales que me han vencido…. Tan escasos que en los últimos 5760 años (dependiendo claro de que calendario tengamos en cuenta) solo dos personas me han vencido. Y eso por cierta distracción de mi parte."

"Pero siendo usted un científico considero que lo mejor será batirnos en las lides intelectuales". "Escoja usted, entonces las armas: o bien me hace tres preguntas, a las que yo responderé sin falla. O bien déme tres órdenes que yo cumpliré sin falla. O bien una pregunta y dos ordenes o cualquier variación entre estas que no depase la trilogía".

De fallar yo solo en una, aunque solo sea de forma parcial, usted gana, sino (lo que es lo mas probable) tomare su alma y me iré."

sábado, 17 de octubre de 2009

El rigor científico, la minuciosidad de las mediciones, los pequeños cambios en los resultados experimentales y la validez de una u otra teoría (o de ninguna de ellas) segunda parte

II.

Como todas las mañanas, Sam miro fijamente el espejo y medito el afeitarse o no. Esperando ingenuamente que el espejo le devolviera una respuesta. Solo se ato el pelo igual que había hecho la mañana anterior. Casi al mismo tiempo sintió el estomago un tanto revuelto y un leve mareo. "Resaca", dijo en voz muy baja, "maldita resaca".

 

Sin quitar la vista del espejo, aunque sin prestar atención a lo que veía, intento recordar. Le pareció revivir el momento en el que depasaba el limite del tinto, de la absenta y de lo racional. Recordó una zambullida en el Estanque de los Ingleses a las 2 de la mañana y recordó intenciones de besos y lo negro de la noche.

Giro la vista para consultar el calendario, pero pensó que mejor era ignorarlo. Volvió a mirar al espejo. Tenía la impresión de que habían transcurrido miles de años desde ayer a la mañana. "La noche con su obscuridad y el vino con su voluptuosidad", pensó o murmuro. Ya hacia unos meses que se había sorprendido una tarde-noche en el laboratorio hablando solo y hoy en día no diferenciaba ya cuando estaba hablando de cuando estaba pensando. Pero le daba igual, de todos modos lo importante era a que conclusión llegaba y no como lo hacia.

 

Se hecho encima una remara unos pantalones de bambula y se calzó las sandalias. Marchó al laboratorio arrastrando la resaca, el malestar estomacal y la obligación de finalizar las ecuaciones de una vez. Otra vez llegaría tarde y su jefe lo miraría con recelo. Otra vez llegando a la hora en que los otros iban a almorzar. Otra vez a encerrarse en el "labo" e intentar que esa lista bien definida, casi ordenada y casi infinita de operaciones le permita hallar la solución.

 

Unas horas después, el jefe le diría "no olvides que en 4 días es la última fecha de entrega y esta vez, sino esta resuelto vas directo a la cárcel de Piranesi". Antes de cerrar la puerta le dijo "y nada de tautología ni dialelo". Sam miro la puerta cerrada y murmuro "Carceri d'Invenzione" y dijo a media voz, "como demostrar la imposibilidad del conocimiento verdadero", y pensó que ya le habían cambiado varias veces la fecha y que evidentemente esta seria la definitiva. Sin embargo aun no estaba todo listo. Ni todo, ni la mitad. Aun faltaba resolver demasiadas cosas. Decidió sacrificar ese fin de semana (después de todo la noche del jueves había estado ya bastante festiva como para agregar aun mas noches de juerga). "Un fin de semana sin juerga" pensó o dijo en voz baja. "¿Juerga es la palabra correcta?", pensó. Sería mas correcto decir "un fin de semana sin noches orgiásticas"... no eso me suena a sexo y no a fiesta. Bueno, la palabra fiesta también me suena a sexo... debería decir "un fin de semana sin reunión de amigos", pero eso me suena a una formalidad de traje y corbata.

¡En fin!, a seguir en el labo.

 

La noche del viernes al sábado fue corta, incluso lo sorprendió la luz que se filtro por la claraboya anunciando ya el día. Miró la cafetera que estaba vacía y salio a buscar café. Mientras caminaba por el pasillo seguía pensando en la fila interminable de ecuaciones. Caminando con la jarra en la mano iba diciendo (o pensando) por el pasillo "coseno de x-1 multiplicado por la resultante de b + 3...."  Cruzó en el pasillo a Haytan, colega suyo del laboratorio de al lado, que venia a ver los resultados del cultivo de anoche, el único que había en todo el edificio, aparte de él, quien lo saludo, a lo que Sam respondió "+1 sobre n-2 por n-1, hola buen día, todo a la raíz cúbica de..."

Y ese fue todo el contacto que tuvo con alguien. Cuando Sam volvió a mirar por la ventana se dio cuenta que era ya la noche. Se pregunto "¿que hora será?, ¿Será la hora de comer? ¿Tendre que comer algo?".

 

En el medio de la noche, o madrugada, rodeado de números y signos, Sam se vio a si mismo como un cabalista. Se sonrío y se pregunto si iría a encontrar las respuestas esenciales de la vida. Volvió sobre la ecuación y dijo "seno de n-1 dividido el arcano 22, menos coseno de n, sobre Semej...". Justo cuando terminaba de articular la ultima ecuación un repentino corte de  luz en el laboratorio lo desconcentro. Lo sorprendió el hecho de que no había luces que funcionasen, sean las del techo o sean las de los escritorios, sin embargo si había electricidad para los ordenadores, heladeras y todos los otros aparatos eléctricos que seguían funcionando. Sam pulso varias veces la llave de luz pero no obtuvo ningún cambio. Pensó que no importaba, que podía seguir con la claridad de la luna sumada a la de la pantalla del ordenador. Y volvió a la ecuación en la que estaba trabajando. Repitió la ultima parte como quien relee la ultima frase de un libro para tomar la inercia necesaria para continuar, solo que cometió un ligero error en la dicción, dijo seno de n-2 en vez de n-1 justo cuando la luz volvió tan súbitamente como se había ido. Sam hizo otra pausa para mirar la lamparita del techo. Mientras miraba la lámpara y se frotaba el mentón intento otra vez resolver la ecuación "seno de n-1 dividido coseno de Aleph elevado al cuadrado" en el preciso momento en el que cayo al suelo la cafetera. Sam se dio vuelta fue hasta el lugar y la levanto. Se fijo si quedaba algo pero todo estaba en el suelo. Miro en la taza y no había nada. Entonces chasqueo los labios y pensó que le vendría bien un poco mas de café. Salio entonces al pasillo para buscar mas café de la maquina, como lo había hecho ya a la mañana y al mediodía y a la tarde. Mientras caminaba solo, sabiendo que estaba solo en todo el laboratorio, vio una pequeña ratita correr a lo lejos. Primero pensó que la higiene del lugar dejaba bastante que desear, y luego pensó que podría llegar a ser la mascota de algún colega. También recordó los cuentos de cuando era chico, en donde zapallos se volvían carrozas, sapos en príncipes y las princesas dormían placidamente hasta que llegaba el beso del valiente caballero. Aquellas princesas despertaban en un beso, no como las del jueves en el Estanque de los Ingleses, que tal vez no eran princesas. ¡Pero tampoco estaban dormidas! ¿Si las princesas de los cuentos hubiesen estado despiertas se hubieran dejado besar? Dormir. Intento recordar cuando había sido la ultima vez que había dormido, y le pareció que hacia años que estaba despierto.

 

Entre tanto la jarra de café se llenaba, Sam pelaba una naranja y murmuraba. La ratita corría a sus espaldas mientras tiraba una que otra cosa y roía otra. Miro la cáscara de naranja y pensó en una loxodromia, miro la espiral del café y dijo "una hélice cónica". Pensó luego en los fractales y se dijo "es cierto, la naturaleza no hace saltos".  

jueves, 15 de octubre de 2009

El rigor científico, la minuciosidad de las mediciones, los pequeños cambios en los resultados experimentales y la validez de una u otra teoría (o de ninguna de ellas) primera parte

"El arte de vivir consiste en desechar lo banal y falso,
en crear consigo mismo y con los demás seres, uniones 99.9% humanas,
crear cualidades que no tengan definición posible.
Si no conseguimos hacer esto con nuestra  propia vida,
no me parece que seamos algo mas que un trozo de piedra que rueda en un barranco y que solo por su dinámica de movimiento se piensa que esta viva y que avanza."

Herr Profesorr, Cirugía del Alma,

(ed. Haedo, 1984)

 

 

 

I.

Lo que me llevo a tomar contacto con el Doctor Samuel B. Atlántico fue en gran medida una concatenación de casualidades. Si las contaría, podrían ustedes pensar que falto a la verdad y que es una historia urdida por algún aficionado a lo insólito. Ruego entonces, me eximan en este momento de relatar esa serie de extremos, menester que ya satisfaceré en otro momento.

Por ahora solo les cuento que lo conocí hace unos cuantos años, cuando tenia pelo largo hasta la mitad de la espalda, vestía un pantalón hippie y una remera bastante usada. Y pese a que exteriormente uno podría pensar que no tenía verdadero aspecto de científico lo era de la forma más cabalmente posible.

Alguna vez, luego de una agradable cena y tertulia posterior, nos quedábamos charlando con mi mujer y decíamos que Sam era el modelo de lo que debía ser un científico. Genial hasta en los detalles mas nimios y nada pretencioso o (como se dice vulgarmente) engreído. Con un delicado buen gusto (salvo para vestir y para los perfumes, lo que es una verdadera ironía dado el tema de su tesis doctoral). Profesionalmente siempre trataba de encontrar problemas de primera importancia con los que disfrutar con su ingenio en la búsqueda de la respuesta. Su aproximación experimental estaba marcada por el estilo y el buen juicio.

 

De estatura media y flaco, tiene un rostro que luce siempre una amable media sonrisa como un agradable gesto de amistad. A veces la cambiaba para hacer otros gestos mas exagerados, teatrales, para significar algo, las mas de las veces lo hacia cuando le tomaban una foto, o cuando uno lo cruzaba en auto. Así, es casi imposible verlo en alguna foto con su rostro "normal".

 

Tiene una mirada inteligente y siempre esta de tan buen humor que lo irradia y contagia a su entorno. No he dado con ninguna persona que lo hubiera tratado que no se refiera a él en los mejores términos y que a renglón siguiente comente alguna anécdota como muestra del tema.

Sé, que en el laboratorio donde trabajaba anteriormente aportaba caramelos que dejaba al alcance de quien quiera servirse. Sé también que facilitó la vida de científicos ayudándoles en todo lo que podía (prestamos, regalos, ventas de objetos técnicos e instrumental a precio ridículo, para citar algunas cosas). Y que también esa ayuda no se limito a la comunidad científica sino que se expandió a todo aquel a quien él puedo hacer llegar su ayuda.

 

Recuerdo que cuando lo conocí le pregunte si sus antepasados habían descubierto solo uno de los oceanos del mundo y me respondio que no, "pero eligieron el Atlántico porque tiene forma de "S", como la que lleva Superman en el pecho, que es la misma letra con la que empieza mi nombre". Yo agregue que Superman era norteamericano y que justamente el Atlántico separa Europa, donde estabamos, de América. Y me contesto "no los separa, los une".

 

Alguna vez discutimos sobre semántica y retórica. Me contó algo que yo no podia creer, algo demasiado fantástico como para decirle solamente "me parece improbable". Recuerdo que le dije "los científicos, al igual que el resto de la población, también son unos ignorantes cuando se los saca de su tópico de tesis. El hecho de conocer en profundidad un campo específico de la ciencia no implica automáticamente ser un sabio en cultura general, ni dejar de ser supersticioso, o tener una imaginación demasiado frondosa".

Ante mi desconfianza me dijo "es cierto, yo lo vi con mis propios ojos", a lo que le retruque, "válgame la redundancia". Se sonrió y me contesto "no es una redundancia, utilice esa construccion, tal vez con vocablos innecesarios, cierto, pero lo hice en favor del buen entendimiento de mi interlocutor" y levantando las cejas torcio un poco la caveza. Y luego continuo diciendo, "si hablas en teoria, desde un escritorio, tal vez exista redundancia, pero esta repeticion lógica de los términos al dar dos niveles del mismo enunciado, enfatiza lo que quiero significar", finalizo con cadenciosas pausas. Tal era su obsecion por explicar y no dejar cabos sueltos.

 

Paso ahora al relato de los sucesos que suscitaron esa pequeña discusión semántica, que en aquella noche en el "cavo" compartió con migo el Doctor Samuel B. Atlántico, mientras la noche rodaba sobre el château y las botellas vacías caían inertes al suelo.

 

 

martes, 13 de octubre de 2009

Sin ninguna gracia

En esta detención temporal del blog he aprovechado para leer algunos libros. Uno de ellos sobre Derecho (un tema que me apasiona, sin llegar a comprenderlo en los niveles de los titulares del estudio Muñoz & Muñoz, claro esta). Uno de estos libros fue escrito por un juez de instrucción y en él, el magistrado se queja de lo que el llama "la gracia de Dios" y no es otra cosa que la gracia presidencial. Este es un tópico muy interesante y a la vez increíble.

 

Digámoslo así, el presidente de la República (porque aquí no estamos hablando de cargos dictatoriales) en plena democracia, dispone en materia de gracia de poderes discrecionales superiores a aquellos de los que beneficiaron a los monarcas. Él puede, sin tener que explicar nada a nadie, e incluso sin que su decisión sea rendida publica, hacer pesar para un lado u otro la balanza de la justicia, borrar una pena, sea esta de la naturaleza que sea.

En republicas modernas, en los últimos tiempos, esta práctica a tomado una amplitud y una reiteración en su utilización hasta hora desconocida, permitiendo liberar detenidos, pero también permitiendo arreglar cierto numero de situaciones personales (desde perdón de impuestos de amigos, multas de transito impagas, etc. etc.).

 

Un libro escrito de forma amena, a veces bastante técnico, pero siempre sorprendente. Me impresiono la parte en la que el juez lo hace poner a uno en el lugar de quien lleva adelante un juicio como victimario, lleva adelante la producción de pruebas, presenta testigos, le paga a un buen abogado, en fin, hace todo lo necesario para que el victimario sea condenado. Un buen juez cumple con la ley y el criminal es condenado con sentencia firme… para luego ver que todo eso fue en vano porque el criminal es graciado por el presidente.

También me impresiono el desarrollo de un juicio en el que todos sabían que iba a terminar en "gracia presidencial" y sin embargo debían continuar con la "mímica" de justicia.

 

 

domingo, 11 de octubre de 2009

Signos

Ayer me fui a pasear por el mirateur du Telegraph, un lugar escondido para el turista tanto parisino como extranjero, un lugar desde donde se divisa caso todo Paris desde lo alto y que descubrí vagabundeando por la Ciudad Luz.

El lugar tiene la curiosidad de no aparecer en las guías turísticas de Paris (no he leído claro).

Paseando justamente por allí, me encontré con esta curiosa letra "A", de "Abierto". La diéresis, a mi entender, no corresponde a un signo diacrítico, sino para que los mal pensados entiendan otra cosa y en vez de una letra "A" de "comercio abierto al publico" comprendan un ideograma sexual, donde la acepción  "abierto" podría significar bien otra cosa muy diferente, e inconfundiblemente sexual.

¿Ustedes que opinan?
 

lunes, 5 de octubre de 2009

Nuevamente en el blog

Nuevamente en el blog!

Me disculpo por la tardanza en recomenzar una vez puesto en orden el blog (Herr Profesorr mediante) con la siguiente anécdota del celebre "rey sin corona", el ajedrecista David Bronstein:

 

En una ocasión, David Bronstein tardó 40 minutos en mover su primer pieza! y luego ganó la partida, ¡una excepción de la naturaleza! Cuando le preguntaron el porque de la tardanza, respondió mirando fijamente al tablero: "Estaba pensando donde había puesto las llaves de mi casa".