sábado, 24 de diciembre de 2011

Pequeña digresion

Para el juven doctor Diego (y todo aquel que debe tomar esas decisiones dificiles).


Cuando los gansos vuelan sobre el agua
y se reflejan en el agua,
los gansos no intentan proyectar su reflejo,
y el agua no tiene intención de retener su imagen.
-Chuang-Tzu-

 

 

Y… ¿Qué pasaría si ahora dejaras todo?
¿Y si decidirías cambiar la lista y pasarías a la siguiente?
¿Te moverías 20 centímetros el piso? ¿Volarías al otro lado del mundo?
¿Arrojarías basura sobre un campo verde? ¿Sembrarías rosas?

 

Y… ¿qué pasaría si todo te dejaría?
¿Te hundirías en el silencio de la reflexión?
¿Dirigirías veloz las últimas penas al alcohol o a la inconciencia?
¿Enviarías correos para compartir la noticia?

 

Pienso (por qué pienso todo esto) que
hay una ansiedad nerviosa y desconocida que se desata negra

como toda tormenta,
como el misterio de todo lo futuro, de lo desconocido.

 

Y es que tal vez sí haya imposibles
aunque siempre contemos con que también

haya algo que caiga del cielo

sacando la solución que justo necesitamos.



Algo se adueña de la razón
que desconoce la razón del amor y paraliza
como una cerbatana de curare.

 

 

Árbol de la esperanza:

¡sigue en pie, firme!

 

Y que la tormenta jamás pueda.

 

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Visitando un museo

Caminar por Paris, en casi toda su superficie, es pasear por un museo a cielo abierto. O sea, no hay que esperar a entrar en un museo para ver obras de arte, sean estatuas, frontispicios, fotografías, y demás expresiones artísticas.

Pero cabe destacar que hay ciertos lugares donde las "salas" de este gran museo al aire libre están especialmente cargadas de obras. A nadie escapa que uno de estos sitios es el Jardin de Tulleries.

 

Tulleries es un jardín de cerca de un kilómetro de largo y poco mas de 300 metros de ancho que contiene hermosas obras de arte, dentro de lo que es en si mismo una obra de arte: el propio jardín.

 

En esta "sala de Tulleries", de este museo a cielo abierto que es Paris, recomiendo al paseante no dejar de lado algunas maravillas y detenerse un instante en algunas. Y digo paseante porque es la mejor (o la única) forma de recorrer Paris, pero mas aun el Jardín de Tulleries, ya que al hacerlo estamos manteniendo una tradición de siglos. Tradición comenzada por la nobleza ya que hay que tener en cuenta que el paseo público "común" no era algo que existiese.

 

A lo que me refiero es que tener un terreno cerrado y "paisajeado" (no se si existe esta palabra, posiblemente mi mujer que estudio paisajismo se ría al leerla) y además cuyas plantas y árboles estaban solo destinadas a hacer mas agradable el paseo era algo que estaba en posesión solo de los mas ricos. Solo ciertos privilegiados, abadías y aristócratas lo poseían. Estos jardines no eran abiertos y  muy poco lo hacían al público, y siempre para un público restringido.

 

Por el siglo XVII la ciudad se abre, la monarquía absoluta esta en su punto más alto y se sirve de la arquitectura y de los paisajes de los jardines para reflejar con ellos una serie de tópicos pretendidos por la realeza y que son de alguna forma el espíritu de la época.

 

Los jardines comienzan a ser lugares para ver y ser visto, para divertirse, para descubrir y para encontrarse y podríamos decir que hasta hoy se mantiene la tradición. Tradición de pasear sin rumbo fijo por estos jardines que tiene otros significados, uno el de caminar por el primer jardín público de Paris, ordenado por Luis XIV y realizado por Andre Le Nôtre. Dos la de encontrarse con obras increíbles (como la que ilustra este artículo) de Nicolas Coustou, "La Seine et la Marne'".

lunes, 19 de diciembre de 2011

Museo

En el primer piso, los dinosaurios y algo mas.

No un museo mas

Les cuento que para mí hacer una visita al Museo Nacional de Historia Natural de París no es hacer una excursión más. Se trata de un museo decimonónico en toda la extensión de la palabra. Lo que quiero decir es que si en general entrar a un museo es conocer otra época, entrar en este es realmente hacer un viaje en el tiempo. Acceder al edificio, es como entrar en una novela de Verne o Salgari.

Tanto es esta sensación que a mi me asombra que la gente no este vestida de época. Y tanto es así, que a la entrada del pabellón de anatomía comparada, que es donde se tomo la foto que ilustra el artículo, a modo de "introducción" un cartel ilustra al feliz visitante que las concepciones modernas de la evolución de la vida distan bastante de las presentadas en el museo, pero que se ha querido preservar tal y como se concibió, cuando se hacía un hincapié excesivo en la lucha por la supervivencia con garras y dientes, sin menciones a tareas colaborativas o comportamientos altruistas. Sabemos que hoy la selección natural, motor de la evolución,  se contempla como incremento diferencial de descendencia en virtud de características génicas, sin tanta relación con la lucha "con garras y dientes".

Así que como les decía, estamos frente a una novela de Julio Verne, abramos el libro y comencemos con la primer hoja. Hay que prepararse porque la entrada al museo es apoteósica, una escena espectacular: lo reciben a uno cientos de esqueletos de mamíferos diferentes, alineados en una especie de estampida congelada y desnudada en el tiempo.

La primera planta está dedicada a la paleontología de vertebrados. Hace diez años pasé por la calle trasera del museo, iba a entregar un libro en la biblioteca bilingüe que hay allí y estaba sin tiempo para nada, y pude contemplar a través de una ventana allá en lo alto las vértebras de lo que me pareció un dinosaurio saurópodo y maldecí no poder entrar. Me consoló el pensar que el museo y más aun los fósiles existían desde hace algún tiempo y me podían esperar para darme revancha. Esta vez era el desquite.

 

Mi hija disfruto reconociendo esqueletos. El esqueleto de un Mamut y de un Diplodocus fueron reconocidos inmediatamente allí con la voz excitada de mi hija que me los describía y detallaba. Ella misma sintió perfectamente la fuerza del museo. Estaba encantada y el cansancio y el hambre habían desaparecido completamente.

Dimos con lo que ella esperaba, los dinosaurios, y entre ellos el TiranosaurioRex.

Un lindo regalo de los administradores del museo es que solo piden no poner el flash, a parte de eso las posibilidades para sacar fotografías son absolutas y solo dependen del fotógrafo. Nadie pone el menor problema y uno puede caminar entre los esqueletos, agacharse, ponerse a un costado, abajo… y así hacer la toma que uno quiera sin necesidad de actuar como delincuentes, apretando el disparador cuando nadie mira y vigilando que el guardia de seguridad no lo vea.

 

 

viernes, 16 de diciembre de 2011

Justificando, ejemplificando, mostrando.

Como todos nosotros podemos deducir, a la humanidad le cuesta mucho comprender algo que no ve, incluso tiene esa famosa frase que dice « si no lo veo no lo creo », como si la visión de algo fuera lo único necesario para establecer que algo es real o cierto.

 

Los que trabajamos algún tiempo con imágenes sabemos que no todo lo que se ve es real y no todo lo real se ve, pero esto es otro tema.

 

La Iglesia dio muy rápido con este problema al proponer a la gente un sistema religioso en el que su máximo exponente no es visible y encima en una época en la que la foto no existía…. Pero sí la pintura. De esta forma se valió de este arte para mostrar a la gente escenas de Cristo, de santos, de la Virgen y demás cuestiones.

 

Hubo emperadores y reyes inescrupulosos que se hicieron pintar a caballo y al frente de sus ejércitos en plena batalla, cuando en realidad jamás habían estado en esa situación. Hubo (¿hay?) dictadores que trucaron fotos para verse al lado de verdaderos lideres o en reuniones fundamentales.

 

También se usó la escultura, en donde se ve, en general, escenas parecidas a las pinturas ya que el arte religioso en principio y la nobleza luego (con sus mecenas) fueron los que solventaron muchísimas pinturas, esculturas y obras de arte en general.

 

 

 

Al iniciarse el siglo XVIII el sistema político predominante en Europa era el absolutismo monárquico. Un sistema que se sostenía apoyándose sobretodo en la nobleza que era propietaria de la mayoría de las tierras y que poseía los principales cargos y privilegios de la época. Por supuesto que estaba la burguesía, que se enriquecía, pero sin influencia política y sin entrar en los círculos de poder.

 

Luís XIV tenia solo cinco años cuando accedió al trono. Por supuesto que no estaba preparado para resolver problemas de Estado, ni en ese momento ni cuando estallo la "Fronda". A los 23 años, Luís XIV anuncio que en lo sucesivo él seria su propio ministro y durante los siguientes 54 años gobernó Francia y fue el modelo de monarca absolutista que gobierna por Derecho Divino.

 

Luís XIV era también un muy buen mecenas de las artes. Un ejemplo es el chateau de Versailles, que él construyó. En la época fue (y hoy en día sigue siendo) incomparable en magnificencia. Un arquitecto amigo, cuando lo visito, me hizo el siguiente comentario que yo adopte como frase, al verlo dijo "es un verdadero monumento de la arquitectura". Se puede agregar que es un grupo de obras de arte, no solo en arquitectura, sino también en pintura, escultura, diseño interior, jardinería y tecnología de construcción.

 

En este chateau también se valieron de las artes para fortalecer una idea política, como ya se habían valido de las mismas la religión y demás cuestiones. Los ejemplos en Versailles son muchos, los invito a ustedes a recorrerlo y encontrarlas por sí mismos.

 

 

 

martes, 13 de diciembre de 2011

Jardines

Árboles « cuadrados », canales rectos, y sobre todo perspectivas corregidas (que tienen mucha diferencia de la perspectiva óptica) son otras de las características de este tipo de jardín francés.


En estos jardines, el arte se convierte en ciencia. El chateau se rodea de espacios de jardines con juegos simétricos, cambios de niveles, planos inclinados, canales cruzados, laberintos, etc. Los paseos se ornamentan con elementos vegetales (todos modelados a capricho del hombre que es propietario del palacio). Se complementa la creación con el agua, esculturas, fuentes en el agua....


Es interesante hacer notar que estos jardines son encomendados por las monarquías absolutistas y sus ministros, porque estos jardines son un símbolo de su poder.




Jardines dominados por el hombre

Supongo que muchos de ustedes vieron y muchos mas conocen un "jardín a la francesa" o también conocido como "jardín clásico". Pero, ¿qué es esto de cortar los árboles como perritos caniches?

 

Bueno, el caso es que estos jardines tenían una ambición estética (como casi todos los jardines, sino todos) y una ambición simbólica. De lo que se trataba es de corregir "los errores" de la Naturaleza, el de imponerse a ella, sea la simetría, sea la rectitud. Se expresa con estos jardines la conquista de la Naturaleza, exalta el triunfo en el reino vegetal (y que uno podría transferir a otros tópicos) del orden sobre el desorden, de la cultura sobre lo salvaje, de lo reflexionado sobre lo espontáneo.

 

Bien podríamos decir que su máxima expresión es con Luís XIV en los Jardines de Versailles y que no en vano, por aquella época también se fijan los mismos criterios que venimos de describir pero en lo social, en lo científico y sobre todo en las reglas de comportamiento en público. Así Francia se destaca largamente por ser la capital del refinamiento y muestra el camino a otros países europeos y el rey muestra que su poder se extendía también hacia la Naturaleza y que nada ni nadie escapaba a sus caprichos.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Paseando por Paris

Antoine Coysevox (pronunciar « Cozevo ») nacio en Lyon alli por 1640 y fue un escultor de estilo barroco.

 

Este artista contribuyó a embellecer todos los lugares que millones de personas visitan a diario y sin embargo no solo hoy en día carece de fama, sino que también sus obras pasan desapercibidas, no sé si por desconocimiento, no sé si porque hoy en día todo cambio y este tipo de objetos deberían estar encerrados en museos y no para embellecer los caminos de los paseantes.

 

Les decía que Coysevox contribuyo muchísimo a embellecer el interior del Château de Versailles, el château de Marly, pero su obra maestra sin discusión son los fogosos caballos hechos para el parque del château de Marly: Mercurio a caballo sobre Pegaso y El Renombre (o La Fama) a caballo sobre Pegaso en mármol de Carrare

 

Los invito al placer de contemplar su obra, para la cual no hace falta pagar entrada… o sí, si uno considera Paris y sus alrededores un gran museo, en donde uno se deleita encontrándose (como en la foto) con La renommée du roi chevauchant Pégase.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Placeres

Es lindo encontrar justificativos a nuestros placeres. Justificativos mayores al "por que me gusta". Para eso hay científicos que desmenuzan y excavan en todo lo que pueden y a veces sus resultados nos convienen.

Este es el caso para mi con los pistachos, esos frutitos verdes que me enloquecen y que (como dice mi hija) crujen en la boca. Delicia que por otro lado hace un buen momento que la humanidad lo esta comiendo (en todo caso parte de ella) pero solo en las últimas décadas se popularizo.

En cuanto a las propiedades nutricionales (que pueden encontrar en los sites especializados) son excelentes y si no me equivoco es de todo este tipo de frutas "secas" la que mas ventajas nutricionales tiene.

No hace falta aclararles que escribí esto comiendo pistachos y que por estos días estoy viviendo una especial abundancia de los mismos gracias a Yamila que se puso la obligación de abastecernos a mí y a mi hija (o bien para saber si el ser humano llega en algún momento a la saturación de los mismos).

En todo caso, yo a los pistachos (como al chocolate) los disfruto sin culpa y con un enorme gusto. Así que cuando veo este tipo de comercio, como el que esta allí a unos 50 metros del Pompidou no dudo en aplaudir la valentía de su propietario y de animarlo a continuar en esa felicidad de brindarnos ese tipo de comercio comprándole algunas toneladas al año.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Otra version

Quise probar como quedaría esta cabeza con algo de pelo, así que como no sé usar photoshop me serví del árbol que esta detrás para ponerle pelo verde estilo Larry.

Y a propósito de "écoute" :

"Ecouter les autres, c'est encore la meilleure façon d'entendre ce qu'ils disent"

Pierre Dac

écoute, de Henri de Miller

Para los que gusten pasear por Les Halles, se van a encontrar con una escultura que les va a parecer al menos sorpresiva. La escultura es una cabeza sin cuerpo (no es ningún homenaje a la famosa guillotina francesa de la época revolucionaria). Esta escultura, generalmente tomada por asalto por los paseantes tanto niños como adultos, como ninguna otra escultura en Paris, es la creación de Henri de Miller, que no es el escritor estadounidense Henry Miller, que nos deleitara con tantas obras magnificas, entre ellas Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio; no, este es el escultor francés Henri de Miller.

 

La obra se llama "écoute", que quiere decir "escucha". Es curioso que se llame así porque en la posición que esta la cabeza y la mano no entiendo como hace para escuchar. El oído derecho, que tiene la mano esta contra el suelo y la mano no esta en posición de facilitar la escucha.

 

Es divertido que al costado (del lado del oído) este la église de Saint-Eustache. Supongo que esta obra y la Iglesia deben estar ligadas por un conducto osteofibromembranoso. Porque eso es la "trompa de Eustaquio" un conducto que comunica la parte anterior y superior de la caja timpánica y la superior de la faringe. La misión de este conducto es la de ajustar la presión del aire en una parte tan delicada como es la cavidad timpánica. Seguramente todos ustedes observaron una diferencia de audición cuando cambia la presión del aire (por ejemplo cuando suben una montaña o en avión), y lo que pasa es que este conducto se encuentra cerrado, pero se abre cuando uno bosteza o traga, protegiendo así al oído de cambios bruscos de la presión del aire.

 

Justamente el aire no le va a afectar a esta escultura, aunque el viento sople fuerte, ya que ésta tiene un peso de unas 70 toneladas (mas los que se le suben encima).

 

Volviendo a las trompas, llevan el nombre de su descubridor, Bartolomeo Eustachio, que fue un anatomista italiano, que vivió entre el 1510 y el 1574, anatomista en la misma época que el magnífico Andries van Wesel. A Eustaquio se le debe toda una serie de descubrimientos anatómicos de huesos, músculos, nervios, venas… y entre esos descubrimientos el del canal de comunicación del oído interno.

 

El santo, San Eustaquio, tiene mas de 24 versiones de vida, que difieren poco mas o poco menos una de otra. Pero lo cierto es que era una historia muy popular allá por la edad media. Parece que el hombre era un general sin par, que en un día de caza se encuentra con un ciervo llevando una cruz de luz en la cornamenta y que le revela que él es un cristiano y que se tiene que hacer bautizar (parece que por aquella época los mensajes no eran muy sutiles). A renglón siguiente (no sé si el mismo ciervo con la cruz de luz o algún otro hizo la changa) pero Eustaquio recibe otra revelación, él va a perder todo y después de un tiempo va a recuperar todo. Y así es como pierde todos sus bienes, sus amigos (que muy buenos no serían), su esposa es apropiada por un capitán de un navío y sus dos hijos criados por los animales salvajes. Supongo que San Eustaquio en ese momento debe haber tenido alguna duda de si apostatar o seguir, pero continuo siendo cristiano. Así que solo e ignorado por todos se instala como simple paisano. 15 años después el rey lo manda a buscar porque necesitaba de sus servicios militares y le restituye algunas de las cosas que Eustaquio había perdido. Cuando iba camino a ver al rey un ciervo se le acerca y le guiña un ojo (esto no consta en la historia oficial, pero yo lo intuyo).

Bueno, como era un buen general obtiene victorias, laureles y vuelve la frivolidad de la fama y los honores superfluos y profundos.

Cuando va a buscar a su mujer, ésta estaba a salvo del deshonor (imagínense ustedes de cual) gracias a que el capitán de navío había muerto antes de consumar cualquier acto con ella. Y ella se había puesto a trabajar en una posada. De alguna forma ella llega a ser la propietaria de la posada y un buen día oye la historia de dos jóvenes que le cuentan que se enrolaron en la nueva armada de un general ya que no tenían nada que perder porque ellos fueron criados por animales salvajes y encontrados por paisanos que los salvaron. Ella se sorprende y va a contarle esta historia al general de esa armada que no es mas que Eustaquio! Todos en ese momento se reconocen y se abrazan y etc. etc. etc. El rey (bastante mal agradecido, pero bue!, es el rey) se enoja con Eustaquio porque este no quiere sacrificar algunos prisioneros a los dioses paganos y decide que ya que se había reunido toda su familia, festejar el evento tirándola a los leones. Cosa que estaba bastante de moda si eras cristiano en aquella época. El tema es que los leones se niegan a comerlos, así que el rey quejándose que nadie le hacia caso con las cosas que el ordenaba (y, estaba un poco arto, porque en algo tenía razón y mas siendo el rey) manda a que algunos se coman a los leones y en cuanto a la familia de Eustaquio ordena que los quemen, pero con estilo, esto es dentro de un toro de bronce hecho para tales efectos. Y esta vez no me vengan con "peros", agrega mientras da un portazo.

Así que los verdugos no quieren correr riesgos (viendo lo que les paso a los verdugos anteriores, o sea los leones) y los dejan al fuego un poco mas de lo necesario, digamos que más que unos minutos, lo dejan al toro de bronce con los cuerpos adentro ardiendo al rojo vivo tres días. Cuando terminan van a ver adentro del toro y descubren que los cuerpos estaban intactos.

 

 

Para rematar todo esto, de la obra que se llama "écoute" frente a la église de Saint-Eustache, así como el oído es un órgano que sirve para escuchar, en la iglesia hay un órgano que podemos escuchar. Es un órgano enorme, de 5 teclados de 61 notas y una pedalera de 32 notas. Para los que quieran profundizar en este tema les cuento que es un Orgue Van den Heuvel y que hay sites web que hablan específicamente de este instrumento. Lo pueden oir en youtube, pero insisto, es un monstruo enorme y suena como la música que hace Herr Profesorr por las noches de luna llena.

jueves, 1 de diciembre de 2011

La torre Astrologica

Y llegamos a 1606 donde el Hotel de la Reina fue comprado por el hijo del príncipe de Condé, Carlos de Courbon-Condé, conde de Soissons. Él hace algunos arreglos y agranda el edificio (que le quedaba chico) y crea un nuevo edificio que se llama "Hotel de Soissons".

El último propietario, Victor-Amédée de Savoir, agobiado por las deudas transforma el suntuoso Hôtel en un lugar de juego. También hace construir en los jardines una buena cantidad de puestos que alquila a un precio muy alto. El hotel fue demolido en 1748 y sus materiales vendidos para pagar a los acreedores de Victor-Amédée de Savoir. Entre esos materiales uno que nos interesa: la columna. Esta fue re-comprada por la ciudad a su la persona que la había comprado (un tal Laurent Destouches) quien la había comprado solo para salvarla de la demolición y me pareció justo nombrarlo ya que gracias a él yo puedo escribir este relato.

Unos 15 años después la ciudad hace construir en el lugar un edificio de forma circular, destinado a la venta y almacenamiento de trigo y harina, se llamo "Halle aux Blés". Inicialmente se pensó en transportar la columna a su centro,  pero el proyecto se abandonó y la columna quedo en el mismo lugar donde siempre estuvo, pero ahora adosada al muro exterior del "Halle aux Blés".

 

En cuanto a la "Columna Astrologica" específicamente se puede decir que fue construida por Bullant, que pertenece al orden Toscano por su capitel, y al orden dórico por su hechura. Su altura es de alrededor de 31 metros, su diámetro de unos 3,15 metros en la base y de 2,65 metros en la cima. Tiene 147 escalones y algunas estrechas entradas de luz.

Si bien la llame la columna astrológica, se ignora hasta el día de hoy el objetivo de la misma. Para algunos una torre astrológica, para otros un lugar que servía para vigilar, para otros un monumento de Catalina a su difunto esposo Enrique II… Lo que me parece improbable es que la reina, aunque supersticiosa, era demasiado vieja y corpulenta como para subir los casi 150 escalones, y en el caso de que haya servido para ver el firmamento, solo deben haber subido sus astrólogos y cabalistas.

En todo caso queda sin respuesta por que fue construida esta columna, pero quedan un montón de curiosidades ligadas a ella, como por ejemplo que dos reinas de Francia vivieron allí, o la de un convento bastante pecador repleto de lindas penitentes y donde curiosidad de curiosidades, fue una sala de juego en donde uno especula que va a ganar pero muchas veces pierde y ahora es la Bolsa de Comercio, donde uno tiene sensaciones similares.