martes, 31 de enero de 2012

Peleas entre religion y ciencia (final, peleas entre ciencias)

Desesperado por los ataques del bulldog, Lord Kelvin perdió un poco la forma y fue a más. Se volvió mas agresivo subió la apuesta radicalizando más las partes en pugna. Comenzó a responder con discursos aun más intransigentes en los que rebajó todavía más su anterior estimación de la edad de la Tierra a "sólamente" 24 millones de años.

Solo que sucedía algo, el avance de las nuevas tecnologías iba en su contra, la teoría de que la Tierra había comenzado con energía calorífica limitada y desde entonces había perdido su calor no se sostenía.

Y es en este momento que otra ciencia se suma a la contienda, la química, para darle el golpe definitivo al tambaleante Kelvin y tumbarlo con tal fuerza que ya no podría levantarse para enunciar su teoría nuevamente.

A lo que me refiero es que a finales del siglo XIX la radioactividad fue descubierta y el químico francés Pierre Curie demostró que la generación de calor por los elementos radiactivos presentes en las rocas no había sido tenida en cuenta por Kelvin en sus cálculos de la edad de nuestro planeta.

No obstante el golpe de know out recibido a su teoría, Kelvin persistía con sus argumentaciones, y allí se subió al ring uno de los grandes maestros de la Física, Ernest Rutherford, Y apuntando a Lord Kelvin pronunció un discurso en la Real Institución de Gran Bretaña, en el que jugándose su integridad (en el mas amplio sentido de la frase) delante del mismísimo Lord Kelvin y sus seguidores destrozó (aunque sutilmente) los cálculos del "Lord" mediante la influencia del radio y los elementos radioactivos como fuente de energía calórica.

Imagínense un científico de la altura de Kelvin en ese momento, en una institución de tan alto prestigio como esa, un gran maestro de la física reconocido mundialmente y su discurso que hace añicos públicamente su teoría. Una humillación de magnitud global y escala histórica. Y así fue que como buen científico que era, abierto a las teorías que se sostienen solidamente, cuando vio que sus teorías no se sostenían frente a las nuevas técnicas basadas en la datación de radioisótopos Lord Kelvin no hizo otra cosa que… seguir en sus trece y negó (hasta su muerte) que el descubrimiento de la radiactividad pudiese influir en la polémica suscitada, o sea: cabezón como él solo. (Esto lo escribo chiquito y entre paréntesis porque e sun tecnicismo, pero nobleza obliga, la solución final al problema no es la descomposición radiactiva, como comúnmente se cree, el error en los cálculos de Kelvin fue no considerar un manto fluido con conveccion: http://resistencianumantina.blogspot.com/2011/05/fisicos-contra-biologos-y-geologos-la.html )

 

Ah!, finalmente, sobre la edad de la Tierra, las modernas técnicas de datación (radiométricas, isócronas, etc.) demuestran con absoluta fiabilidad que la Tierra tiene 4.550 millones de años, semana mas, semana menos.

lunes, 30 de enero de 2012

Peleas entre religion y ciencia (tercera parte, peleas entre ciencias)

Darwin acuso seriamente el golpe asestado con toda su fuerza por Lord Kelvin, no solamente se sentía derrotado sino que empezó a dudar de sus datos. Darwin, se tambaleaba contra las cuerdas de tal forma que en la tercera edición de su obra maestra "Sobre el origen de las especies" retiró toda alusión a sus cálculos sobre la edad de la Tierra, ofreciéndole de este modo, y de forma muy clara, la victoria a Lord Kelvin.

Pero cuando la teoría y el mismo autor pasaban por el peor momento saltó a escena un fiel seguidor de Darwin, un amigo. Un amigo con mayúsculas, de esos que son para siempre y con los que uno siente que puede enfrentar toda adversidad. Estoy hablando del biólogo Thomas Henry Huxley mas conocido como "el bulldog de Darwin" (y de quien en otro articulo, ya les voy a contar mas).

Este personaje, absolutamente admirable, al ver los ataques furibundos que sufriría el su amigo no dudo y se puso en el medio, apartando a Darwin detrás de él y poniendo la cara, el cuerpo, el cerebro y sobretodo la pasión para defenderlo. Le escribió una carta que para mí debería pasar a la historia de la ciencia, y sin embargo duerme escondida quien sabe donde sin pena ni gloria, en donde lo alentaba a seguir, le daba ánimos y le pedía que no censura la voluntad combativa de sus seguidores, entre ellos él mismo.

Bueno, el caso es que el perro de presa Huxley comenzó la tarea de defender a su amigo y para esto lanzó, en su alocución de 1869 en la Sociedad Geológica de Londres, un ataque violentísimo y profundo a Kelvin haciendo mucho daño a sus teorías físico/matemáticas. Un ataque, diría yo, sin piedad alguna.

Básicamente Huxley dijo en su discurso que los cálculos de Kelvin eran impecables y que nadie se puede atrever a discutirlos, pero (muy inteligentemente) agregó que el hecho de que sus supuestos de partida fuesen totalmente equívocos llevó al físico ingles a cometer grandes errores en las conclusiones finales. ¡Y el Bulldog tenía razón!

Además, hizo uso de su fina ironía (que sin entrar en debates, es para mi uno de los puntos mas altos del humor, en donde quien la ejerce sabe que tiene algo de perdido en su frase, pero que la sacrifica en pro de una causa mucho mayor). Por ejemplo, cuando Huxley pronunciara su famosa frase en la capital británica: "Las matemáticas pueden compararse con un molino de exquisita construcción, que muele el grano hasta un grado puro de finura; pero, no obstante, lo que se obtenga depende de lo que se introduzca en él; y de igual modo que el mayor molino del mundo no extraería harina del trigo de los porotos, así páginas de formulas no producirán un resultado definido a partir de datos inexactos" Como dicen por mi barrio: más claro echale agua.

El discurso de Huxley dio la vuelta a la tortilla de la opinión general y la posición de Kelvin recibió tan certero y violento ataque que comenzó a tambalearse severamente.

Rápidamente se levantaron voces contra el prócer de la ciencia británica indicando que el modelo de la estructura de la Tierra en el que se había basado para desarrollar sus cálculos era completamente equivocado, e incluso se llegó a afirmar que los físico matemáticos estaban traicionando una de las reglas de oro de la ciencia: "Si los hechos no encajan con la teoría, la teoría ha de modificarse o desecharse, y no hay que hacer al contrario".

domingo, 29 de enero de 2012

Peleas entre religion y ciencia (segunda parte)

Entre estos últimos que les caía bien la nueva teoría se encontraba un grupo de científicos cuyo aporte ha sido fundamental no solamente para la determinación de la edad de nuestro planeta, sino también para el origen y la evolución de las especies, ellos son los naturalistas. Según estos, liderados por quien ya saben (Darwin), los cambios observados en plantas y animales solamente podían haberse producido muy lentamente en largos periodos de tiempo. Obviamente, los geólogos aplaudían asta enrojecerse las manos ya que esto estaba en consonancia con su teoría. Debido a ello Lyell y Darwin fueron los abanderados de un pensamiento llamado "uniformismo".

Sin embargo, como en la mayoría de las corrientes de pensamiento, hubo extremistas. O sea, esos exagerados que llevan las teorías a traspasar límites lógicos y las hacen no creíbles. Y como todos sabemos que los extremistas son malos (¿no?) y las posturas extremistas son erróneas, así los radicales del "uniformismo" promulgaban que la Tierra había existido desde siempre. Esto ayudo mucho a la oposición a esta teoría, y  alimentó las críticas de los opositores a esta teoría, que para que voy a decirles, ustedes se podrán imaginar, que no eran pocos, ni eran débiles.

No solo no eran pocos, sino que algunos eran pesos pesados de la ciencia y la nobleza, entre ellos destacó un científico que ostentaba, ni más ni menos, que el título de Barón, William Thompson, el famoso Barón Kelvin de Largs, hasta entonces conocido por sus leyes de la Termodinámica.

Por supuesto que el Barón se propuso destruir la nueva teoría valiéndose de lo enunciado en sus leyes, y así Lord Kelvin mantenía que era absolutamente imposible crear energía nueva desde la nada por lo que se convirtió en el primer enemigo de las teorías del inconformismo extremo, según las cuales la Tierra había existido siempre.

Como Kelvin era un científico (y no un político de nuestros días), no solamente se dedicó a criticar los datos expuestos por otros científicos sino que, basándose en sus propias leyes como ya les dije, estableció una nueva edad para la Tierra (y van….).

Su conclusión fue que la edad de la Tierra era mucho menor que lo establecido por los "uniformistas": "solamente unos 98 millones de años". Y esto hundió a Darwin y sus teorías.

Por que el hecho de que Lord Kelvin fuera considerado como una de las autoridades científicas de la época junto a que empleara dos ciencias ya consolidadas como la Física y las Matemáticas para combatir una ciencia recién nacida como era la inmadura Geología, decantó la balanza del lado de Kelvin, sin muchos miramientos mas, y todos sostuvieron entonces que la Tierra no era tan vieja como decían naturalistas y geólogos.

Peleas entre religion y ciencia (primera parte)

Mi mujer me sigue pidiendo que escriba sobre científicos, pero mi editor me dice que lo que realmente da lectores son las peleas, las disputas, los enfrentamientos. Intentare conciliar estos dos pedidos contando la siguiente historia.

 

 

Al principio nadie se lo cuestionaba, pero en un momento dado llego la pregunta: ¿Qué edad tiene la Tierra?

Lo interesante es que para dar la respuesta tanto la ciencia, como la religión creyeron poder dar con la correcta. Pero del lado de la ciencia, físicos, geólogos, biólogos, químicos… cada uno creyó poder dar con la respuesta correcta.

Y así, el primero en dar una fecha fue el obispo de Armagh, James Ussher. Y como buen obispo, se valió de las Sagradas Escrituras para determinarla. Su conclusión formal y definitiva fue que la Creación se inicio en las primeras horas del domingo 23 de octubre del año 4004 a. C. Obviamente esta fecha fue definitiva para todos, sin ninguna oposición por parte de los científicos de la época, teniendo en cuenta que a mediados del 1600 era bastante problemático e insalubre enfrentarse a la Iglesia y que la conclusión del obispo había estado basada en la cronología interna de la Biblia, que no se discutía tampoco. El libro de la conclusión se llamo "Annalium pars posterior", cuya sonoridad sumado al desconocimiento del latín, hoy en día nos haría pensar en un tratamiento del recto o en una película para adultos.

Esta fecha fue tan aceptada que ni siquiera el propio Newton la cuestiono y se mantuvo vigente hasta el nacimiento de la Geología, allí por el siglo XVII. ¿Porque? Bueno, porque con mucho criterio científico y poca vocación religiosa para creer en milagros, la geología sostenía la muy profana teoría que fenómenos como el depósito de rocas, el alzamiento y repliegue de estratos, la erosión de valles y acantilados y hasta el descubrimiento de los fósiles, debieron prolongarse en periodos de tiempo mucho más largos que los pocos milenios descritos en la Biblia y en la obra de Ussher. ¡Sacrílegos!

Dentro de esta ciencia destacó un geólogo llamado Charles Lyell que, en su obra "Principios de geología", llegó a afirmar que la Tierra se originó hace miles de millones de años. Como se imaginaran, esto era una nueva teoría, que contradecía la ya establecida por la Iglesia y por todos aceptada, así que a muchos no les gustó, pero obviamente a otros sí.

sábado, 28 de enero de 2012

El alcohol daña seriamente la salud física y mental.

Tenía la intención de iniciar una serie de artículos de Historia para contar brevemente una línea de continuidad que va desde Gengis Kan hasta la Primera Guerra Mundial (y terminar allí solo para no llegar hasta nuestros días).

En esas lecturas andaba cuando di con la Batalla de Karansebes y no pude resistir publicar algo sobre ella.

 

Bueno, viajemos un poco en el tiempo y retrocedamos unos cientos de años, hasta el 1788, cuando los rusos y los turcos se trenzaban una vez mas a los roscazos. Digo una vez más porque esta era la sexta vez y no sería la última. En esta versión 1788 de la guerra ruso-turca  un ejército austríaco compuesto por 100.000 hombres marchaba para enfrentarse a los turcos.  Quisiera aclarar a los despistados lectores de Historia que aquellos ejércitos no siempre estaban formados por soldados del mismo país, y este del que estoy hablando no era el caso de un ejercito con una sola nacionalidad. Bien, este ejército se dirige a la ciudad de Karánsebes, en lo que hoy es Rumania.

Los primeros en llegar al lugar son un grupo de húsares en tareas de reconocimiento, quienes no encuentran al enemigo pero por fortuna para ellos (o al menos así lo parecía en un principio) sí a unos zíngaros (atención que no lo escribí con "S") que amablemente les ofrecen unos barriles de aguardiente a un precio muy accesible. En todo caso, me imagino la escena vista desde el ángulo de los gitanos, que ven a un grupo de hombres armados en el medio de un sector desolado, ¿qué otra cosa les quedaba que vender a precio de regalo los barriles? Los soldados aceptan el precio y, relajados, deciden dar por finalizada las tareas de reconocimiento en ese preciso momento e in situ y comienzan a catar los barriles recién adquiridos.


Los segundos en llegar son unas compañías de infantería que al ver a los húsares tan dedicados a la tarea les piden que les inviten algunas copas, pero éstos, que además de haber alcanzado ya la fase de entonación de cantos a boca sin cuello y demostración de bailes regionales, debían ser unos tacaños dignos de figurar en algún libro de record, porque pese a que tenían barriles de la codiciada bebida, se niegan de lleno. Y no sólo que se niegan con insistencia y nada los sacaba de sus cuarenta, sino que además por si los infantes se ponían muy insistentes, deciden levantar unas barricadas y se sitúan con sus barriles detrás de ellas dispuestos a defenderlos a como de lugar.

Empiezan los reproches: "que eres un agarrao", "que eres un cabezón", "que trae pa'ca aquello", "que no"... el caso es que, sin saber cómo ni quien, suena un disparo. El zafarrancho está listo para ser servido en la mesa con todos los ingredientes que se pueda pedir para algo grende.

Los infantes cargan contra los húsares que, parapetados, se resisten a entregar su tesoro. Allí comienzan a sonar más disparos, y comienzan a caer los primeros muertos (esto, hasta aquí ya es increíble, mucho mas si se tiene en cuenta que todos eran del mismo bando). Los húsares mantienen su posición firmes hasta que a un infante (de mente preclara, un iluminado podríamos decir) se le ocurre gritar: ¡Turken, turken! -", o sea, ¡los turcos, los turcos"! que eran los verdaderos enemigos. Y el ardid dio resultado, pues los húsares, que ya se encontraban bastante perjudicados por el alcohol y sin ganas, por tanto, de combatir contra el enemigo real, salieron huyendo a lomo de sus caballerías como alma que lleva el diablo.

 

Pero el lumbreras que dio los gritos no tuvo en cuenta un pequeño detalle: que en sus propias filas también podía cundir el pánico, ya que lógicamente los gritos no parecían falsos. Y así fue. Cada cual comenzó a correr en desbandada hacia donde mejor creía, y aunque los oficiales vociferaban Halt Stehen bleiben! -"¡Alto, quédense donde están!"-, nadie les hizo mucho caso, y esto es posiblemente porque la gran mayoría de los soldados eran italianos, serbios, croatas, húngaros o rumanos y apenas sabían dos o tres palabras en alemán, a diferencia de los oficiales que era la única lengua que hablaban. Para colmo de males, y con el fin de ser entendidos, los oficiales comenzaron a gritar Halt! Halt! -"¡alto, alto!" en alemán, pero así como el que gritó "turcos, turcos!" no tenía muchas luces, esta voz de mando no fue muy buena idea de la parte de los oficiales, y el remedio fue peor que la enfermedad. ¿Por qué? ¿Qué entendió la soldadesca?  Entendió, ¡Alá, Alá!, y ahí sí que salieron todos despavoridos, pues ese era el grito con el que los otomanos comenzaban a combatir.

Esto no es todo, porque coincide que, mientras húsares e infantería se dedicaban a huir en desbandada, llegan nuevas tropas al lugar del caos. A no mucha distancia, un oficial de caballería, al ver la polvareda levantada por unos y otros, muy astutamente piensa: "Hmmm... estos deben ser los turcos, va a ser cuestión de hacer una carga". Y este oficial decide sumarse a la fiesta, y siguiendo con su lógica: carga.

Por otro lado, otro oficial, en este caso de artillería, observa la carga de la caballería, y también muy astutamente, piensa: "Hmmm... estos deben ser los turcos, va a ser cuestión de pegarles unos cañonazos". Y decide que la fiesta sea para todos y les pega unos cuantos cañonazos.

Aterrorizados por completo, los soldados hacían fuego contra todo aquello que se les acercaba, cuando en realidad todo lo que se le acercaba era de su mismo ejercito. Para cuando los generales austríacos pudieron hacerse con el control de la situación, ya era demasiado tarde, gran parte de las tropas se habían aniquilado entre ellas y los que quedaban en pie se encontraban confundidos y conmocionados.

Dos días más tarde arribaron a Karánsebes los otomanos, quienes, como se imaginaran no encontraron ninguna resistencia. Cerca de 10.000 hombres habían muerto o se encontraban gravemente heridos.

El pecado

domingo, 8 de enero de 2012

1870, Paris vuela por los aires

Como les comentaba en el artículo sobre las fuentes Wallace, allí por 1870 París estaba sitiado por el ejército prusiano, sitio que duro 136 días cosa que se escribe rápido, pero para vivirlo es una eternidad. La situación era complicada para los franceses, las tropas invasoras cortaron las comunicaciones telegráficas y ocuparon los accesos a la ciudad, dejándola aislada e incomunicada del gobierno establecido provisionalmente en Bordeaux. En el sitio de los prusianos no había vía terrestre o fluvial que escape al mismo. Todas las comunicaciones con el exterior parecían imposibles. Pero en realidad no del todo imposible, ya que quedaba un camino: el aire.

 

Evidentemente alguien había leído la novela de Julio Verne "Cinco Semanas en Globo" y propuso la idea de burlar el cerco de los prusianos volando sobre ellos. La idea prendió y los parisinos pusieron en marcha un sistema de globos (llamados ballon monté), que eran lanzados desde 8 lugares diferentes emplazados dentro de la ciudad y que transportaban cartas sobrepasando casi todos el cerco impuesto por los prusianos. Con la fabricación "en maza" de estos globos se da nacimiento a la industria aeronáutica.

Dos de las estaciones de tren, la Gare d'Austerlitz y la Gare de Nord, que debido al sitio en ese momento eran inútiles, fueron transformadas en fábricas de globos aerostáticos. El esfuerzo no fue poco ya que durante el sitio 64 globos fueron construidos allí y se sumaron a otros ya existentes. A los 39 días de iniciado el sitio de París, salió el primer globo. En total fueron despachados 67 globos, la mayoría tripulados por soldados y marinos, pero también entre éstos, se cuentan 17 globos tripulados por voluntarios civiles. No todos llegaron a destino en buenas condiciones. Hubo accidentes y algunos también fueron derribados y capturados por los prusianos, a pesar de que los globos salían a una altura de 1.100 m. para tratar de evadir los disparos enemigos. No obstante todo, 58 cumplieron su objetivo.

 

Y su cometido no era otro que llevar toneladas de correo más allá de los límites de la ciudad y del ejército prusiano. El problema era que este sistema de comunicación era unidireccional porque era imposible, o muy complicado, dirigir el globo y por lo tanto no había forma de usarlos como método de respuesta. La solución fue utilizar las palomas mensajeras, un método muy común y usado desde la antigüedad para salvar los asedios.


Así que lo globos que salían de París llevaban, además del correo, palomas mensajeras que servían para enviar mensajes de vuelta a la ciudad. El método de retorno, las palomas, eran menos eficaces que los globos y sólo volvía 1 de cada 8 a París. Para "comprender" a las palomas, hay que tener en cuenta que los globos acababan en ocasiones muy lejos de París. Uno de ellos voló 1.400 kilómetros hasta un bosque noruego. En cualquier caso, más de un millón de mensajes llegaron a la ciudad francesa gracias a los pájaros.

 

En algún lado leí que el uso de helicópteros para el transporte de pacientes es la culminación de las innovaciones ocurridas durante décadas en la medicina militar, transporte aéreo sanitario que comenzó en 1870, cuando se utilizaron globos para evacuar soldados heridos en el sitio de París, durante la guerra franco-prusiana. Personalmente me parece raro que embarquen en un globo que no saben bien donde va a caer a alguien herido, que encima de afrontar su situación física, debe sobreponerse a caer a km de algún pueblo, a quedar colgado de algún árbol, o a un aterrizaje demasiado abrupto. En realidad es realmente asombroso el éxito de las misiones si se tiene en cuenta las condiciones en las que fueron realizadas (la ciudad sitiada, pilotos sin experiencia, vuelos nocturnos, transporte de dinamita….)

Un detalle que me gusto es que cada uno de los globos tenía nombre propio y no un frío número de serie: Le Neptune, Duruof…

Otras curiosidades son:

  • Pierre Jules César Janssen, astrónomo francés, fue uno de los que partió en globo de Paris con destino a Orán (Argelia) para observar un eclipse. Durante el viaje inventó el compás aeronáutico, que permitía fijar en cualquier momento la posición del globo en el aire.
  • Llamado a encontrar una respuesta el industrial alemán Krupp construye varios mosquetes "anti-ballon". Esta constituye la primera artillería antiaérea de la historia. Que no resulto muy buena, ya que un solo globo, el Daguerre, fue ametrallado.
  • También, estos globos, al llevar correspondencia, inauguran el primer servicio aero-postal.
  • Esta serie de vuelos demuestra que la vía aérea podía tener una utilidad estratégica y práctica a gran escala.
  • Otra curiosidad, para mi, es que hubo un globo que se llamo Richard Wallace (como el filántropo que les mencione en el articulo de hace unos días sobre las fuentes de agua potable de Paris). Lamentablemente, fue uno de los globos que desapareció.

 

 

 

sábado, 7 de enero de 2012

Sí ! ! ! un chocolate que no engorda ! !

Ya he hablado muchas veces en este blog del chocolate, aunque no tantas como se merece esa delicia. Admito que mientras que hablar no engorda, el entregarse al placer de comer chocolate tiene la desagradable acción colateral de hacernos perder la forma humana y hacernos devenir cosas mas parecidas a figuras esferoides.

Gracias a un amigo suizo he dado con una noticia vieja, pero como yo estoy en la retaguardia de la vanguardia, para mi es una novedad. Una novedad de lo mejor, de lo mas agradable que quiero compartir con todos los amantes del chocolate y que sufren por sus desagradables consecuencias en la silueta.

 

La noticia es de fines del 2009 y se trata del Chocolate que no engorda. Si, estudiantes de Zúrich producen chocolate bajo en calorías y grasas. Increíble, algo realmente increíble, ya que se dice que el chocolate reduce el riesgo de padecer cáncer y enfermedades cardiovasculares y que aumenta la sensación de felicidad por la serotonina que contiene aunque su contraparte es el problema que es muy calórico y contribuye a la obesidad. Pero ahora, gracias a un grupo de científicos del Politécnico de Zúrich se ha encontrado la respuesta: un chocolate bajo en calorías cuyo gusto es excelente y similar al de los mejores.

 

Muero de ganas por degustarlo, y devenir accionista de la empresa que lo comercialice… o de fundar una!

Edificios 3

Estos edificios entran en una categoría particular, la de los rascacielos. Aquí el de "Total" y el de "Areva".

Edificios 2

Por la explanada

exposicion a cielo abierto y libre 1

El barrio de la Defense es para mi una exposición, o una competencia de edificios, en donde los arquitectos se muestran y lucen, tratando de ganar nuestra admiración. Pasear por la explanada es visitar esa exposición de arte que son estos edificios. He aquí una pequeñísima muestra.

Le Pouce

Esta obra de César se llama "Le Pouce", o sea, traducido, "el pulgar". Como nombre no es muy creativo, pero como escultura yo creo que es muy original. Mas allá de hacernos pensar en un montón de cosas al verla: el dedo que se usa para medir a distancia un objeto, el dedo que se usa para hacer "auto-stop", el dedo de la huella digital en los documentos de identidad, el signo de "OK" y sobre todo la prensibilidad que le da ese pulgar a la mano y sin el cual la especie humana no estaría aquí de la forma en la que esta. Aunque a mi, como buen cinéfilo que soy, también me recuerda al pulgar del Terminador cuando se sumergía en metal caliente y se fundía.

 

viernes, 6 de enero de 2012

Una fuente discreta y util, como la caridad

Le cuento a Yamila, que tuvo la amabilidad de escuchar mis larguísimos  (y yo supongo que a veces aburridísimos) discursos sobre algunos aspectos históricos y anecdóticos de Paris con elegancia y educación.

Una de los descubrimientos que uno hace en Paris es el de las famosas fuentes de agua, yo creo que de todas las épocas y estilos. Estas fuentes son algunas más otras un poco menos monumentales y tienen una función decorativa. Más prosaicamente, hay otras que tenían solo la función de distribución del agua potable a la población.

 

Las fuentes están por todas partes, y particularmente en parques y plazas. Aquí en la foto vemos una fuente cuyo modelo se llama Wallace, esta fuente solo estaba destinada a la distribución del agua potable.

El nombre de esta fuente viene del filántropo británico Richard Wallace quien la financia.

 

Lamento mucho no haber sacado una mejor foto, pero eso los invita a descubrirlas personalmente, ya que desde mi punto de vista, si bien, como ya dije, son solo destinadas a la distribución pública de agua potable, son de una estética bien lograda y son mucho mas lindos que los bebederos que había en las plazas de mi barrio cuando yo era chico o las canillas cerca de los baldíos donde nos refrescábamos de chicos en las tardes estivales.

 

Quisiera hacer (no resisto) una pequeña ubicación del contexto histórico en el que se decidió instalar estas fuentes tan distintas a las que instalaba Luis XIV. Napoleón III le declara la guerra a Prusia allí por el 1870 y como consecuencia, Paris vive tiempos muy duros. El restablecimiento de la Republica, los sucesos de La Comuna de Paris y sobre todo los bombardeos destructores de los Prusianos…. Todo logra dejar Paris en un estado lamentable y forma parte de esos desastres los acueductos destruíos. El precio del agua se dispara y muchos se encuentran en la imposibilidad de encontrar gratuitamente agua. Así dadas las cosas, era mas barato y mas seguro comprar vino, y muchos comienzan a caer en el alcoholismo.

 

No obstante todo, la Capital es reconstruida muy rápidamente (en casi 10 años). Entre los burgueses se pone de moda la filantropía como una forma de ganar o mantener una reputación. Así aparece Wallace, con la filosofía de ayudar eficaz y discretamente a aquellos que tienen necesidad, estas fuentes cumplen con satisfacer esta necesidad además de embellecer Paris sin que sea algo espectacular.

 

 

El lugar donde se colocaba estas fuentes era elegido por la Marie como también el color (en los parques se la elegía de color verde para que sea mas discreta y en armonía con el lugar). Si bien Wallace las financio y realizo un preciso y reflexivo croquis es gracias a Charles-Auguste Lebourg, un escultor, que estas fuentes devienen verdaderas obras de arte.

 

 

Fuente Wallace: sobre un casamiento de piedra o metal reposa un zócalo en el que se agregan en la parte superior cuatro cariatidas (no se como se dice en español, en francés es "cariatide" que es una estatua con forma de mujer, vestida de una larga túnica, sosteniendo un entablamento en la cabeza reemplazando así a una columna).  Estas cuatro cariatide se dan las espaldas mutuamente y sostienen la cúpula que esta ornada con una punta y delfines. Estas cuatro cariatides representan la bondad, la simplicidad, la caridad y la sobriedad. Todas ellas son diferentes, sea por la posición de su rodilla, sea por la manera en que la túnica esta anudada…

Point Croissance

Es obra de Lim Dong-lak, artista coreano.

He aqui la flor

Algun artista no resistio poner una flor allí.

El mismo edificio de EDF

Realmente una joya.

A sus habitantes que les pasa?

Hay una poesía de Baldomero Fernandez Moreno que dice:
Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color? 

A ojos vista aquí hay una buena cantidad de ventanas y tampoco hay ni una sola flor... aunque alguien esta allí salvando a la humanidad, justo justo en esa ventana.

miércoles, 4 de enero de 2012

El alcohol daña seriamente la salud física y mental

La batalla de Karánsebes,

Tenía la intención de iniciar una serie de artículos de Historia para contar brevemente una línea de continuidad que va desde Gengis Kan hasta la Primera Guerra Mundial (y terminar allí solo para no llegar hasta nuestros días).

En esas lecturas andaba cuando di con la Batalla de Karansebes y no pude resistir publicar algo sobre ella.

 

Bueno, viajemos un poco en el tiempo y retrocedamos unos cientos de años, hasta el 1788, cuando los rusos y los turcos se trenzaban una vez mas a los roscazos. Digo una vez más porque esta era la sexta vez y no sería la última. En esta versión 1788 de la guerra ruso-turca  un ejército austríaco compuesto por 100.000 hombres marchaba para enfrentarse a los turcos.  Cabría aclarar que no siempre los ejércitos estaban formados por soldados del mismo país, y este no era el caso de un ejercito con una sola nacionalidad. Bien, este ejército se dirige a la ciudad de Karánsebes, en lo que hoy es Rumania.

Los primeros en llegar al lugar son un grupo de húsares en tareas de reconocimiento, quienes no encuentran al enemigo pero por fortuna para ellos (o al menos así lo parecía en un principio) sí a unos zíngaros (atención que no lo escribí con "S") que amablemente les ofrecen unos barriles de aguardiente a un precio muy accesible. En todo caso, me imagino la escena vista desde el ángulo de los gitanos, que ven a un grupo de hombres armados en el medio de un sector desolado, ¿qué otra cosa les quedaba que vender a precio de regalo los barriles?. Los soldados aceptan el precio y, relajados, deciden dar por finalizada las tareas de reconocimiento en ese preciso momento e in situ y comienzan a catar los barriles recién adquiridos.


Los segundos en llegar son unas compañías de infantería que al ver a los húsares tan dedicados a la tarea les piden que les inviten algunas copas, pero éstos, que además de haber alcanzado ya la fase de entonación de cantos a boca sin cuello y demostración de bailes regionales, debían ser unos tacaños dignos de figurar en algún libro de record, porque pese a que tenían barriles de la codiciada bebida, se niegan de lleno. Y no sólo que se niegan con insistencia y nada los sacaba de sus cuarenta, sino que además por si los infantes se ponían muy insistentes, deciden levantar unas barricadas y se sitúan con sus barriles detrás de ellas dispuestos a defenderlos a como de lugar.

Empiezan los reproches: "que eres un agarrao", "que eres un cabezón", "que trae pa'ca aquello", "que no"... el caso es que, sin saber cómo ni quien, suena un disparo. El zafarrancho está listo para ser servido en la mesa.

Los infantes cargan contra los húsares que, parapetados, se resisten a entregar su tesoro. Allí comienzan a sonar más disparos, y comienzan a caer los primeros muertos (esto, hasta aquí ya es increíble, mucho mas si se tiene en cuenta que todos eran del mismo lado). Los húsares mantienen su posición firmes hasta que a un infante (de mente preclara, un iluminado podríamos decir) se le ocurre gritar: ¡Turken, turken! -", o sea, ¡los turcos, los turcos"! que eran los verdaderos enemigos. Y el ardid dio resultado, pues los húsares, que ya se encontraban bastante perjudicados por el alcohol y sin ganas, por tanto, de combatir contra el enemigo real, salieron huyendo a lomo de sus caballerías como alma que lleva el diablo.

 

Pero el lumbreras que dio los gritos no tuvo en cuenta un pequeño detalle: que en sus propias filas también podía cundir el pánico, ya que lógicamente los gritos no parecían falsos. Y así fue. Cada cual comenzó a correr en desbandada hacia donde mejor creía, y aunque los oficiales vociferaban Halt Stehen bleiben! -"¡Alto, quédense donde están!"-, nadie les hizo mucho caso, y esto es posiblemente porque la gran mayoría de los soldados eran italianos, serbios, croatas, húngaros o rumanos y apenas sabían dos o tres palabras en alemán, a diferencia de los oficiales que era la única lengua que hablaban. Para colmo de males, y con el fin de ser entendidos, los oficiales comenzaron a gritar Halt! Halt! -"¡alto, alto!"-, pero así como el que gritó "turcos, turcos!" no tenía muchas luces, esta voz de mando no fue muy buena idea de la parte de los oficiales, y el remedio fue peor que la enfermedad. ¿Por qué? ¿Qué entendió la soldadesca?  Entendió, ¡Alá, Alá!, y ahí sí que salieron todos despavoridos, pues ese era el grito con el que los otomanos comenzaban a combatir.

Esto no es todo, porque coincide que, mientras húsares e infantería se dedicaban a huir en desbandada, llegan nuevas tropas al lugar del caos. A no mucha distancia, un oficial de caballería, al ver la polvareda levantada por unos y otros, muy astutamente piensa: "Hmmm... estos deben ser los turcos, va a ser cuestión de hacer una carga". Y este oficial decide sumarse a la fiesta, y siguiendo con su lógica: carga.

Por otro lado, otro oficial, en este caso de artillería, observa la carga de la caballería, y también muy astutamente, piensa: "Hmmm... estos deben ser los turcos, va a ser cuestión de pegarles unos cañonazos". Y decide que la fiesta sea para todos y les pega unos cuantos cañonazos.

Aterrorizados por completo, los soldados hacían fuego contra todo aquello que se les acercaba, cuando en realidad todo lo que se le acercaba era de su mismo ejercito. Para cuando los generales austríacos pudieron hacerse con el control de la situación, ya era demasiado tarde, gran parte de las tropas se habían aniquilado entre ellas y los que quedaban en pie se encontraban confundidos y conmocionados.

Dos días más tarde arribaron a Karánsebes los otomanos, quienes, como se imaginaran no encontraron ninguna resistencia. Cerca de 10.000 hombres habían muerto o se encontraban gravemente heridos.

domingo, 1 de enero de 2012

Uppercut bermellon

Hace un tiempo les conté como no solo en el rock, sino también en un ambiente tan refinado como en la ópera el público se agarra a las trompadas, hoy les quería contar de otro ámbito en donde en general se piensa que se es pacifico, pero, al estar conformado por seres humanos, allí también se da todo lo que se da en los grupos humanos.

 

Posiblemente algunos de ustedes sabrán que Miguel Ángel Buonarroti, el célebre escultor, pintor, arquitecto y poeta, era un ser solitario, de carácter digamos difícil, aislado y enfrentado al mundo, en cierta ocasión escribía en sus cartas "No tengo amigos y no los quiero", él no quería formar a discípulos, no tuvo ni quiso tener el don de la enseñanza. Ese carácter fogoso y apasionado, en varias ocasiones, llegó a las manos con sus condiscípulos, por ejemplo con Torrigiano, quien no era tampoco ningún pintor amanerado ni nada que s ele parece y se trenzo a las trompadas con Miguel Ángel. Miguel Ángel salió mal parado de la pelea, no solo porque cobro bien, sino también porque Torrigiano le desfiguro la nariz para toda la vida.

 

Otra anécdota es la que incluye a Leonardo Da Vinci, aclarándoles que fueron contemporáneos con una diferencia, Leonardo era mayor unos 23 años.

Resulta que en la Republica de Florencia a través de la Signoria (una suerte de primer ministro del consejo de gobierno) le encarga a Da Vinci que pinte un enorme mural en la gran sala llamada Maggiore Consiglio en el Palazzo Vecchio. Leonardo por entonces tenía 51 años y era una celebridad. Fue una decisión arriesgada, porque el artista acababa pocas obras en las que se veía involucrado, aunque este era un encargo oficial y de envergadura, por lo que el toscano acepto encantado. Cuando no llevaba ni un año trabajando a medio ritmo, como era lo normal en él, la ciudad encarga nada menos que a Miguel Ángel Buonaroti que pinte un fresco en la misma sala pero en la pared opuesta. Habría que agregar a esto que Leonardo y Miguel Ángel no se llevaban bien, el primero estuvo en el consejo para determinar la posición del David, una de las obras maestras de Buonarroti, y en su opinión lo que se tenia que hacer era '…ponerla detrás de un murete frente al Palazzo Vecchio, paraque no moleste en las procesiones y actos públicos'. Su recomendación, finalmente, no fue escuchada y pusieron la estatua en medio de la plaza de la Signoria, donde actualmente aun esta una copia a tamaño natural. A Miguel Ángel, les aseguro, no le gusto nada la actitud de Leonardo para con él. Por otra parte es lógico que se enojase porque, algo hay de verdad en la envidia (seguramente sana) que sentía da Vinci por el joven escultor, poeta, arquitecto y pintor de casi 30 años. El problema es que, como ya les dije, Buonarroti tenía muy mal carácter y tuvieron por lo menos dos agarradas formidables.

 

Para que tengan una idea de cómo se llevaban hay una anécdota que cuenta que unos hombres charlaban con Leonardo en la calle y le preguntaron si podía aclararles un asunto literario, en concreto, sobre unos versos de Dante. El maestro, viendo que en esos momentos pasaba Miguel Ángel por allí, les dijo que se lo preguntasen a él (solo para molestarlo), pero Miguel Ángel, nada mas oír lo que decía da Vinci, giró inmediatamente y le espetó 'porque no se lo aclaras tu, que diseñaste un caballo para fundirlo en bronce y, al no poder hacerlo, tuviste que abandonarlo, cubriéndote de vergüenza', sin  que este argumento tenga nada que ver, pero que a Leonardo le dolía y yéndose después, lo que dejo a Leonardo con la palabra en la boca y lo hizo poner rojo de ira.

 

El caso es que hacia unos años Leonardo había proyectado una enorme estatua ecuestre que no paso de la etapa de modelaje en arcilla; por culpa de la guerra que iban a entablar en breve con los franceses (y que perdieron), ya que todo el metal preparado para la escultura fue utilizado mas tarde para fundir cañones y proyectiles. En esta estatua Da Vinci se había propuesto un desafío fantástico; el de fundirla de una pieza. Una monumental tarea, muy compleja técnicamente y en la que todo el mundo dudaba que se pudiera llevar a cabo. A eso se refería Miguel Ángel cuando le espeto aquella frase, criticando la forma de trabajar de su colega y atacando donde mas le dolía al de da Vinci.

 

 Y, en fin!... después de todo eran dos italianos, no?

 

 

PD/Para los que quieran conocer más sobre el carácter de Miguel Ángel, es imprescindible el libro de Wittkower,"Nacidos bajo el signo de Saturno". Genio y temperamento de los artistas desde la Antigüedad hasta la Revolución Francesa y Leer el Capitulo IV "Conducta excéntrica y nobles modales" (Pag. 76).

Uppercut bermellon

Hace un tiempo les conté como no solo en el rock, sino también en un ambiente tan refinado como en la ópera el público se agarra a las trompadas, hoy les quería contar de otro ámbito en donde en general se piensa que se es pacifico, pero, al estar conformado por seres humanos, allí también se da todo lo que se da en los grupos humanos.

 

Posiblemente algunos de ustedes sabrán que Miguel Ángel Buonarroti, el célebre escultor, pintor, arquitecto y poeta, era un ser solitario, de carácter digamos difícil, aislado y enfrentado al mundo, en cierta ocasión escribía en sus cartas "No tengo amigos y no los quiero", él no quería formar a discípulos, no tuvo ni quiso tener el don de la enseñanza. Ese carácter fogoso y apasionado, en varias ocasiones, llegó a las manos con sus condiscípulos, por ejemplo con Torrigiano, quien no era tampoco ningún pintor amanerado ni nada que s ele parece y se trenzo a las trompadas con Miguel Ángel. Miguel Ángel salió mal parado de la pelea, no solo porque cobro bien, sino también porque Torrigiano le desfiguro la nariz para toda la vida.

 

Otra anécdota es la que incluye a Leonardo Da Vinci, aclarándoles que fueron contemporáneos con una diferencia, Leonardo era mayor unos 23 años.

Resulta que en la Republica de Florencia a través de la Signoria (una suerte de primer ministro del consejo de gobierno) le encarga a Da Vinci que pinte un enorme mural en la gran sala llamada Maggiore Consiglio en el Palazzo Vecchio. Leonardo por entonces tenía 51 años y era una celebridad. Fue una decisión arriesgada, porque el artista acababa pocas obras en las que se veía involucrado, aunque este era un encargo oficial y de envergadura, por lo que el toscano acepto encantado. Cuando no llevaba ni un año trabajando a medio ritmo, como era lo normal en él, la ciudad encarga nada menos que a Miguel Ángel Buonaroti que pinte un fresco en la misma sala pero en la pared opuesta. Habría que agregar a esto que Leonardo y Miguel Ángel no se llevaban bien, el primero estuvo en el consejo para determinar la posición del David, una de las obras maestras de Buonarroti, y en su opinión lo que se tenia que hacer era '…ponerla detrás de un murete frente al Palazzo Vecchio, paraque no moleste en las procesiones y actos públicos'. Su recomendación, finalmente, no fue escuchada y pusieron la estatua en medio de la plaza de la Signoria, donde actualmente aun esta una copia a tamaño natural. A Miguel Ángel, les aseguro, no le gusto nada la actitud de Leonardo para con él. Por otra parte es lógico que se enojase porque, algo hay de verdad en la envidia (seguramente sana) que sentía da Vinci por el joven escultor, poeta, arquitecto y pintor de casi 30 años. El problema es que, como ya les dije, Buonarroti tenía muy mal carácter y tuvieron por lo menos dos agarradas formidables.

 

Para que tengan una idea de cómo se llevaban hay una anécdota que cuenta que unos hombres charlaban con Leonardo en la calle y le preguntaron si podía aclararles un asunto literario, en concreto, sobre unos versos de Dante. El maestro, viendo que en esos momentos pasaba Miguel Ángel por allí, les dijo que se lo preguntasen a él (solo para molestarlo), pero Miguel Ángel, nada mas oír lo que decía da Vinci, giró inmediatamente y le espetó 'porque no se lo aclaras tu, que diseñaste un caballo para fundirlo en bronce y, al no poder hacerlo, tuviste que abandonarlo, cubriéndote de vergüenza', sin  que este argumento tenga nada que ver, pero que a Leonardo le dolía y yéndose después, lo que dejo a Leonardo con la palabra en la boca y lo hizo poner rojo de ira.

 

El caso es que hacia unos años Leonardo había proyectado una enorme estatua ecuestre que no paso de la etapa de modelaje en arcilla; por culpa de la guerra que iban a entablar en breve con los franceses (y que perdieron), ya que todo el metal preparado para la escultura fue utilizado mas tarde para fundir cañones y proyectiles. En esta estatua Da Vinci se había propuesto un desafío fantástico; el de fundirla de una pieza. Una monumental tarea, muy compleja técnicamente y en la que todo el mundo dudaba que se pudiera llevar a cabo. A eso se refería Miguel Ángel cuando le espeto aquella frase, criticando la forma de trabajar de su colega y atacando donde mas le dolía al de da Vinci.

 

 Y, en fin!... después de todo eran dos italianos, no?

 

 

PD/Para los que quieran conocer más sobre el carácter de Miguel Ángel, es imprescindible el libro de Wittkower,"Nacidos bajo el signo de Saturno". Genio y temperamento de los artistas desde la Antigüedad hasta la Revolución Francesa y Leer el Capitulo IV "Conducta excéntrica y nobles modales" (Pag. 76).

Uppercut bermellon

Hace un tiempo les conté como no solo en el rock, sino también en un ambiente tan refinado como en la ópera el público se agarra a las trompadas, hoy les quería contar de otro ámbito en donde en general se piensa que se es pacifico, pero, al estar conformado por seres humanos, allí también se da todo lo que se da en los grupos humanos.

 

Posiblemente algunos de ustedes sabrán que Miguel Ángel Buonarroti, el célebre escultor, pintor, arquitecto y poeta, era un ser solitario, de carácter digamos difícil, aislado y enfrentado al mundo, en cierta ocasión escribía en sus cartas "No tengo amigos y no los quiero", él no quería formar a discípulos, no tuvo ni quiso tener el don de la enseñanza. Ese carácter fogoso y apasionado, en varias ocasiones, llegó a las manos con sus condiscípulos, por ejemplo con Torrigiano, quien no era tampoco ningún pintor amanerado ni nada que s ele parece y se trenzo a las trompadas con Miguel Ángel. Miguel Ángel salió mal parado de la pelea, no solo porque cobro bien, sino también porque Torrigiano le desfiguro la nariz para toda la vida.

 

Otra anécdota es la que incluye a Leonardo Da Vinci, aclarándoles que fueron contemporáneos con una diferencia, Leonardo era mayor unos 23 años.

Resulta que en la Republica de Florencia a través de la Signoria (una suerte de primer ministro del consejo de gobierno) le encarga a Da Vinci que pinte un enorme mural en la gran sala llamada Maggiore Consiglio en el Palazzo Vecchio. Leonardo por entonces tenía 51 años y era una celebridad. Fue una decisión arriesgada, porque el artista acababa pocas obras en las que se veía involucrado, aunque este era un encargo oficial y de envergadura, por lo que el toscano acepto encantado. Cuando no llevaba ni un año trabajando a medio ritmo, como era lo normal en él, la ciudad encarga nada menos que a Miguel Ángel Buonaroti que pinte un fresco en la misma sala pero en la pared opuesta. Habría que agregar a esto que Leonardo y Miguel Ángel no se llevaban bien, el primero estuvo en el consejo para determinar la posición del David, una de las obras maestras de Buonarroti, y en su opinión lo que se tenia que hacer era '…ponerla detrás de un murete frente al Palazzo Vecchio, paraque no moleste en las procesiones y actos públicos'. Su recomendación, finalmente, no fue escuchada y pusieron la estatua en medio de la plaza de la Signoria, donde actualmente aun esta una copia a tamaño natural. A Miguel Ángel, les aseguro, no le gusto nada la actitud de Leonardo para con él. Por otra parte es lógico que se enojase porque, algo hay de verdad en la envidia (seguramente sana) que sentía da Vinci por el joven escultor, poeta, arquitecto y pintor de casi 30 años. El problema es que, como ya les dije, Buonarroti tenía muy mal carácter y tuvieron por lo menos dos agarradas formidables.

 

Para que tengan una idea de cómo se llevaban hay una anécdota que cuenta que unos hombres charlaban con Leonardo en la calle y le preguntaron si podía aclararles un asunto literario, en concreto, sobre unos versos de Dante. El maestro, viendo que en esos momentos pasaba Miguel Ángel por allí, les dijo que se lo preguntasen a él (solo para molestarlo), pero Miguel Ángel, nada mas oír lo que decía da Vinci, giró inmediatamente y le espetó 'porque no se lo aclaras tu, que diseñaste un caballo para fundirlo en bronce y, al no poder hacerlo, tuviste que abandonarlo, cubriéndote de vergüenza', sin  que este argumento tenga nada que ver, pero que a Leonardo le dolía y yéndose después, lo que dejo a Leonardo con la palabra en la boca y lo hizo poner rojo de ira.

 

El caso es que hacia unos años Leonardo había proyectado una enorme estatua ecuestre que no paso de la etapa de modelaje en arcilla; por culpa de la guerra que iban a entablar en breve con los franceses (y que perdieron), ya que todo el metal preparado para la escultura fue utilizado mas tarde para fundir cañones y proyectiles. En esta estatua Da Vinci se había propuesto un desafío fantástico; el de fundirla de una pieza. Una monumental tarea, muy compleja técnicamente y en la que todo el mundo dudaba que se pudiera llevar a cabo. A eso se refería Miguel Ángel cuando le espeto aquella frase, criticando la forma de trabajar de su colega y atacando donde mas le dolía al de da Vinci.

 

 Y, en fin!... después de todo eran dos italianos, no?

 

 

PD/Para los que quieran conocer más sobre el carácter de Miguel Ángel, es imprescindible el libro de Wittkower,"Nacidos bajo el signo de Saturno". Genio y temperamento de los artistas desde la Antigüedad hasta la Revolución Francesa y Leer el Capitulo IV "Conducta excéntrica y nobles modales" (Pag. 76).

Esfuércense en que sea un muy buen 2012

Hace unos dos años publique en este blog un artículo en donde el motivo era decir "¡ves que te gusta la ópera!"  Y lo acompañe con este video  http://www.youtube.com/watch?v=Ds8ryWd5aFw

 

Para empezar el año encontré este video de Benjamin Zander que nos conduce placidamente y de forma muy simple hacia la pasión por la música clásica. Su final, didáctico y humano, es un buen comienzo para este nuevo año que hoy se estrena. Disfrútenlo.

http://www.youtube.com/watch?v=71w-oasL6iQ