miércoles, 20 de marzo de 2013

Sanos consejos

Que bueno seria si todos los respetasemos.

martes, 19 de marzo de 2013

La Delfina

Pongamos que ella vino de ninguna parte, como aparecen las mujeres hermosas.
Pongamos que él era un heroe, como son los hombres ideales.
Pasado ya el furioso fervor del primer encuentro, su amor seguia intacto.
                                          Historias Afiebradas (Herr Profesorr)




A nadie escapa que uno es hijo de sus actos y que estos nos definen. Francisco ramirez era un hijo sobresaliente y para la construcción de su mito hubo muchisimos actos que lo cimentaron. Desde su actuación en los inicios de la Revolución lo que distingue a Ramírez es su valentía y la suerte prodigiosa que lo acompaña siempre (o casi siempre, sino no lo hubieran matado!). Sabe disciplinar a los propios, emboscar y sorprender a los ajenos. Es él quien arrea todo el ganado que encuentra al paso, y se acerca a Buenos Aires, envuelto en polvo, fragores y bramidos, desconcertante, temible, sin que se sepa cuántos hombres comanda realmente. Es él quien ordena el cruce del Paraná de noche, con los soldados gauchos asidos a la cola de los caballos. Es él, también, quien vence siempre, aun con tropas diezmadas; quien confunde el sendero del enemigo, o lo apabulla con un coraje ostentoso, hasta la última y definitiva batalla, que será también su primera derrota. Es rotulado de "barbaro" por sus enemigos, pero su único gesto de barbarie (o, simplemente, de afirmación victoriosa) es atar sus caballos a las rejas de la Pirámide de Mayo.

Luego de muchos exitos, muy pronto se encontrará politicamente solo. En 1821, roto el Tratado del Pilar, López pacta con Buenos Aires, que ya tiene otros gobernantes. Bien podría decirse que la soledad de Ramírez es la que le decreta la envidia de sus rivales. Por plebiscito, Don Pancho es consagrado Gobernador Supremo de la República Entrerriana, que reúne las actuales Entre Ríos, Corrientes y Misiones. El Supremo piensa en constituciones modernas, piensa en darle a su provincia esplendor.

La Delfina, su amor, esta definida mucho más por las incertidumbres que por las certezas. Ni siquiera se sabe si Delfina corresponde a un nombre, a un apellido, o a una forma de llamarla por su, tal vez, origen noble. Unos la creen hija bastarda de un virrey brasileño, otros la suponen humilde recogida por una familia estanciera. Hay quien dice que marchó a la campaña contra Artigas siguiendo, a un miembro de esa misma familia, mientras que otras voces menos corteses la vituperaban cuando daban sus antecedentes, o la hacen amante de algún oficialito. Hasta su belleza (de absoluto consenso) está signada por lo impreciso. Nadie sabe a ciencia cierta si fue rubia o morena, blanca o mestiza.

Otro rasgo de La Delfina es indiscutible: era una mujer valiente y lo demostraba en cada oportunidad. Su valor era llamativo, si se quiere exhibicionista. Amaba los uniformes, que estaban vedados a su sexo y los lucía con orgullo y satisfaccion. Asi, vistiendo ese coraje y esos uniformes acompañó a su Pancho como coronela del ejército federal en todas las batallas.

Pancho Ramirez no solo se enamoro de ella, sino que la amo desde que la conocio y la convirtio en su reina. Dicen que ella era una cautiva y que Ramirez así se la quedo. pero acaso alguien duda que los cautivos eran ambos?


Y en esta historia hay un traidor, que provoca la derrota de Ramirez y el 10 de julio de 1821, alli, cerca de Río Seco, en Córdoba, Pancho Ramirez queda sólo. A su lado unos pocos fieles soldados (los de siempre) y Delfina. En la huida, una partida se apoderó de Delfina, a la que despojaron de su chaquetilla roja y del chambergo adornado con una pluma de avestruz que lucía cuando montaba. Pancho Ramires, al ver esto se vuelve sobre sus pasos para cargar contra la partida. Se enfrentó con los perseguidores para proteger la huida de Delfina. Es entonces cuando lo alcanzó la muerte por obra de un certero balazo. Y Delfina pudo así salvar su vida.







Volvi a leer esta historia (que ya lei tantas veces) en mi ultimo viaje a Entre Rios. Y me di cuenta que no solo es una historia de amor epica, sino que es casi hipnotico ver como en la historia argentina el Bien (tal vez) no está en ninguna parte, y la Verdad (muy probablemente) tampoco. Pero pareciera, en cambio, inalterable la permanencia trágica del Mal y del Error.
Ademas, me di cuenta que Francisco Ramirez y Delfina hicieron otra cosa en la historia argentina, escribieron un poema tan complejo como complejo es el país cuya historia de sangre, traiciones y trajedias lo inspiró. La corrida de Francisco Pancho Ramirez en linea recta, sin dudas, hacia el centro del sentido de su vida. Hacia ese nombre que no le podia faltar en su vida, porque era la perfecta, nos muestra como él acepta la propuesta que le habia hecho Dios (o el diablo) desde un principio.

Hay una cosa mas, que siento que nos deja esta pagina de la historia y es la densidad conceptual del poema que escribieron, que es el júbilo de la verdadera razon de vivir, de la plenitud del ser alcanzando, lo que se ama, cuando pareciera que se tiene todo, por medio de una realidad compleja, repleta de traidores que intentan corromper la hermosa historia que estan haciendo