Una introduccion al arte de leer un viaje. Es una introduccion hecha con mas calma y tiempo que el viaje mismo y esta dirigida a un grupo de lectores que merita mucha mas calidad de la que yo no puedo llegar a satisfacer.
El viaje es inasible a las palabras. El amor, el deseo y la pasión también lo son. ¿Como contar entonces un viaje?. Tal vez con la imprudencia y con la sencillez de animo con la que tantos autores abordaron esos temas imposibles a las palabras. ¿Y como leer e interpretar un viaje?. Seguro, para experimentar con el intelecto, desde lejos, y no con los sentidos un viaje, es necesario acceder a él desde el interior de uno mismo. La estrategia que les propongo para viajar leyendo consiste en el ejercicio de la multiplicidad de dimensiones en las que realmente vivimos. Para el relato, entonces, dependo de sus voluntades en atreverse a explotar la memoria de los sentidos, el registro de lo que vivimos mezclado con la imaginacion de lo que no.
Cuando viajamos tomamos el viaje como objeto de muchas cosas, y no llegamos a percibir que en realidad él, como el lenguaje, como el amor, como el deseo, nos toma a nosotros con fuerza apasionada (como esos abrazos que desean buena suerte antes de los viajes). Yo, muy temprano, en un viaje que hice con Roberto por Patagonia, descubri que el viaje es una estructura vital, que respira, crece, muere, resurge y fagocita, que se alimenta de sus propios organos, incluidos nosotros, y es mas logico dejarnos que él nos guie y enseñe que intentar llevarlo por el cause que a nosotros se nos antoja caprichosamente (mi suegro me comento alguna vez viniendo de Biarritz esa ridiculez de intentar hacer programas a velocidad diciendo en broma el titulo de una vieja pelicula "Si es martes es Belgica").
No puedo hablar del viaje; tal vez como Paul Groussac o aquellos libros de viajeros de otros tiempos, habria primero que crear el mito. Yo solo intento hacer un relato, una experiencia estética. Pero sí los invito a que entren en él a través de diversos puntos y les pido que usen todas las dimenciones que sus recursos les permitan, sin mapas ni brújulas, bien desorientados, y viajar como si fueramos aquellos viajeros que se perdian para descubrir increibles tesoros (a donde nos guie el viaje los habra!). Es la propuesta que tenemos con Caro, algo de nuestra historia de los viajes, que retorna a ustedes con nuestras mejores intenciones.