Se han marchitado los laureles de nuestro país, y los
meteoros hacen que se oculten de espanto las estrellas fijas
en el cielo; la luna de pálido rostro lanza resplandores
sangrientos sobre la tierra, y los profetas de semblante
escuálido cuchichean anuncios de cambios terribles.
William Shakespeare, Ricardo III,
Acto III, escena IV.
1 comentario:
Estimado Herr Profesorr Maurus,
No importa que tenga usted 98 años y viva enmedio de la nada. ¡Cómo me gustaría conocerlo! me encantó su artículo sobre el experimento del Washington Post "El arte y su contexto"...es muy triste constatar que la gente viva su vida con prisa y sin la curiosidad de apreciar la belleza en las cosas que nos rodean. Le dejo un abrazo y mi correo: bellatrix333@hotmail.com
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