I
Si lo hubiera sabido antes
y si tu o yo lo hubiéramos sabido evitar
Si como en los juegos
todo volvería a empezar
Así ancho, alto o lejos serian
meras abstracciones
dentro de nuestras propias
dimensiones acordadas
Y si el caos o el orden no importaran
y una vez fijadas las posiciones
solo bastaría con buscar una solución
II
Si es cierto que tú y yo estamos dentro,
y dentro es el Universo,
sin diferenciar anverso o reverso.
Si no hay muro, ni guía,
y sin embargo intuimos un oculto centro.
No esperemos que la existencia de un rigor
(siempre presente)
doblegue, o bifurque el destino
o que algo tuerza su imposible predictibilidad
hacia un rumbo indefinido.
Es todo lo que ya sabemos,
y todo lo que queremos
y que necesariamente
algún día
tendrá fin.
Mientras, es de hierro el destino.
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