domingo, 29 de enero de 2012

Peleas entre religion y ciencia (segunda parte)

Entre estos últimos que les caía bien la nueva teoría se encontraba un grupo de científicos cuyo aporte ha sido fundamental no solamente para la determinación de la edad de nuestro planeta, sino también para el origen y la evolución de las especies, ellos son los naturalistas. Según estos, liderados por quien ya saben (Darwin), los cambios observados en plantas y animales solamente podían haberse producido muy lentamente en largos periodos de tiempo. Obviamente, los geólogos aplaudían asta enrojecerse las manos ya que esto estaba en consonancia con su teoría. Debido a ello Lyell y Darwin fueron los abanderados de un pensamiento llamado "uniformismo".

Sin embargo, como en la mayoría de las corrientes de pensamiento, hubo extremistas. O sea, esos exagerados que llevan las teorías a traspasar límites lógicos y las hacen no creíbles. Y como todos sabemos que los extremistas son malos (¿no?) y las posturas extremistas son erróneas, así los radicales del "uniformismo" promulgaban que la Tierra había existido desde siempre. Esto ayudo mucho a la oposición a esta teoría, y  alimentó las críticas de los opositores a esta teoría, que para que voy a decirles, ustedes se podrán imaginar, que no eran pocos, ni eran débiles.

No solo no eran pocos, sino que algunos eran pesos pesados de la ciencia y la nobleza, entre ellos destacó un científico que ostentaba, ni más ni menos, que el título de Barón, William Thompson, el famoso Barón Kelvin de Largs, hasta entonces conocido por sus leyes de la Termodinámica.

Por supuesto que el Barón se propuso destruir la nueva teoría valiéndose de lo enunciado en sus leyes, y así Lord Kelvin mantenía que era absolutamente imposible crear energía nueva desde la nada por lo que se convirtió en el primer enemigo de las teorías del inconformismo extremo, según las cuales la Tierra había existido siempre.

Como Kelvin era un científico (y no un político de nuestros días), no solamente se dedicó a criticar los datos expuestos por otros científicos sino que, basándose en sus propias leyes como ya les dije, estableció una nueva edad para la Tierra (y van….).

Su conclusión fue que la edad de la Tierra era mucho menor que lo establecido por los "uniformistas": "solamente unos 98 millones de años". Y esto hundió a Darwin y sus teorías.

Por que el hecho de que Lord Kelvin fuera considerado como una de las autoridades científicas de la época junto a que empleara dos ciencias ya consolidadas como la Física y las Matemáticas para combatir una ciencia recién nacida como era la inmadura Geología, decantó la balanza del lado de Kelvin, sin muchos miramientos mas, y todos sostuvieron entonces que la Tierra no era tan vieja como decían naturalistas y geólogos.

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