jueves, 24 de junio de 2010

Porque tomo vino

Posiblemente un recalcitrante de la salud pública me vaya a amonestar. Y posiblemente un trabajador de la prevención de accidentes lo apoye. Pero de todas formas quisiera hace un elogio de la bebida predilecta de los dioses. Esa que se presta a la exacerbación de los sentidos. Quiero hacerlo porque hoy en día el vino es victima de esta sociedad del desplacer, y apropósito que no es la única victima, claro esta. Una sociedad que se deshace de las cosas que dan placer a los sentidos y que luego busca desesperadamente encontrar placer donde es imposible.

 

Recuerdo que en aquellos años en los que intentaba sacar adelante una pequeña empresita, tenia en mi oficina una cama de la que me servia para dormir una breve siesta. Alguna vez un amigo que llego justo a la hora de la siesta me critico que practicaba un deporte casi totalmente extinto.

Hoy en día, y esto vale especialmente para estos días de mundial, incluso el deporte esta afectado de la falta de placer: el culto a la performance, que reemplaza los buenos momentos pasados haciendo la actividad, autorizan todos los excesos. Así, el "fulbito" con los amigos se aleja tanto de lo que vemos en una competencia profesional que se diría que son deportes diferentes.

 

El vino está bien centrado en la mira de la búsqueda del hedonismo. Conviene a esta búsqueda, si es que acaso no la resuelve. Sin embargo, hoy se critica el tomar y hasta se dice que se aleja de una vida sana, sin azúcar y "diet".

Sin embargo yo sigo tomando, y disfrutando del vino, sobre todo con amigos, pero también una buena copa en soledad, apenas compartido con Magdalena Kozena y un buen autor. Pienso que la calidad de un hombre, o mujer, se juzga también por su facultad de encontrar el placer. Placer interior, del espíritu, placer de la buena mesa, de los sentidos, del cuerpo, de la vida simplemente, de apreciar un buen gusto, un buen aroma, un buen color. El vino es un emblema que conjuga muchas de esas cosas.

 

Seria lamentable olvidar y dejar a otros celebrar en nuestro lugar una fiesta que nos pertenece.

No hay comentarios: