domingo, 8 de marzo de 2009

Sobre la importancia de la altura correcta en manzanos y perales (segunda parte)

Bueno, estábamos en que la manzana y la pera nacieron hace unos cuantos miles de años, digamos incluso antes que el homo sapiens.

Todo evoluciona y la manzana de hoy en día, la manzana moderna, no es lo que era: un fruto minúsculo y amargo. Uno no comprende entonces por qué Eva será tentada por este fruto que no era más que el fruto prohibido y que algunos piensan que era el sexo, pero la manzana estaba en el Árbol del Conocimiento. Recuerdan, ¿no? Fue en ese momento que Dios los despachó a otra suerte de vida (nada de andar paseándose sin ropas a placer). Bueno Dios no era el único que se enojaba. Ni Eva, parece, fue la primer mujer de Adam, y la serpiente tenia patas y parece que brazos. Para mas cosas raras, luego del asesinato de Abel, Adán se abstuvo de mantener relaciones con Eva durante 138 años. Pero atención, eso no quería decir que hubiese hecho votos de castidad y se privara de las delicias de la carne. Durante ese lapso de tiempo recibió frecuentes visitas secretas de Lilith, otra mujer que no era Eva, e incluso uno de los vástagos secretos de esa relación fue una rana sabia que enseñaba los lenguajes de los humanos, los mamíferos y las aves, además de las propiedades curativas de las hierbas y las piedras preciosas. Esta Lilith no era otra que una se sus primeras mujeres (porque también estaba una tal Naamah). Esto me recuerda a una de las primeras traducciones de la Biblia en donde decía "Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra lo creó". Esta es la primera versión de cómo Dios creo al hombre y a la mujer, la otra es esa en la que Dios aplica esa especie de anestesia celestial, duerme a Adam y de su costilla hace a Eva. Supongo yo que deben imaginar que esa segunda versión se creó por el evidente problema que plantea la primera, problema que ya deben haber observado. Es una versión que podría sugerir que Adán fue creado inicialmente como un andrógino ("varón y hembra lo creó"). De un lado el cuerpo era femenino, y del otro masculino, ambos unidos por la espalda. Esto es muy parecido a esa versión griega que dice que el ser humano es un animal de cuatro brazos, cuatro piernas, etc., y que un buen día los dioses se enojaron y lo dividieron en dos y que desde ese día todos estamos buscando nuestra mitad, que nos haría un ser humano completo.

 

Pero volviendo al tema del Paraíso y la fruta prohibida, para mi el conocimiento no es ni minúsculo ni amargo, no entiendo porque se lo asocio en esa época a lo que era en ese momento la manzana. Bueno, también puede ser que Eva haya agarrado cualquier fruto al pasar, sin fijarse bien en lo que le daba la serpiente.

Supongo yo que la confusión con el tema sexual y la manzana, posiblemente, sucede a principios del la Edad Media, cuando la Iglesia apunta su dedo (el índice, no otro) contra la manzana, que venia de llegar de la region del Mediterraneo, y hace esto por las formas lascivas de dicho fruto. La Iglesia acusaba especialmente a la variedad "calville", en parte porque son atractivas, a los lascivos le gusta su piel lustrada e inmaculada, pero de los que las acusaba especialmente la Iglesia era de ser los únicos frutos con…. Nalgas bien formadas, redonditas y peligrosamente atractivas.

Les voy a decir que desde mi punto de vista, las peras tienen formas mucho más lascivas que la manzana. Uno ve a una pera y, con algo de imaginación, podría ver las caderas de una graciosa fémina.

 

De todos modos, parece que las manzanas y los enredos amorosos están bastante ligados en la historia y la mitología. Allí esta, aquella leyenda griega que cuenta que en la boda de Peleo con la diosa del mar, Tetis, no fue invitada la diosa Eris (pequeño gaffé en la lista de invitados). Ésta enojada por el divino desaire pensó una venganza. Colocó en el lugar donde se hizo el banquete de bodas una manzana de oro con la inscripción "para la más bella". Así las diosas comenzaron a disputarse el derecho a quedarse con la manzana de oro, y tres de ellas quedaron como finalistas. Imagínense ustedes el nivel de rivalidad que había entre aquellas encolerizadas, pero divinas mujeres, que ninguno de los dioses se atrevió a mediar y decidieron delegar el arbitraje y la elección de la mejor en un mortal. Así, las tres diosas precedidas por el dios Hermes (que por aquella época trabajaba de cadete mensajero y no hacía aun esos pañuelos de antología) bajaron del Olimpo para ver a Paris, hijo del rey Priamo de Troya. Bueno, el príncipe por aquellos días hacia cosas que dudo mucho ustedes imaginasen tarea de un príncipe: Paris se encontraba cuidando un rebaño de ovejas (parece que en la época la actividad de príncipe estaba un poco venida a menos, imagínense hoy en día a los aun príncipes que hay en la tierra pedirles que vayan a cuidar un rebaño de ovejas). Es interesante de señalar, también, que el lugar donde estaba en ese momento era el Monte Ida (monte de que dado su nombre era solo un viaje de ida) y que fue desde allí donde los dioses contemplaron las batallas de Troya.

Bueno el caso es que las diosas comenzaron a seducirlo, pero también intentaron sobornarlo. Y con los sobornos gano Afrodita, que le propuso las mieles de la más hermosa mujer de todo el Egeo: la hermosísima Helena, deseada y pretendida por todos los reyes, príncipes y héroes de la época. Imagínense que Paris, un tanto fatigado del bucólico pastoreo, y si bien las ovejas le gustaban, la propuesta de Afrodita fue aceptada al instante. Imagínense entonces la reacción de las otras mujeres, que aunque diosas, mujeres al fin: ¡rencor eterno!

Así que Paris se costeo un viaje para él y, para tener con quien charlar en el viaje, también para Eneas. El esposo de Helena (si, claro, Helena estaba casada y nada menos que con el rey de Esparta) el rey Menelao lo hospedo en su casa y (tamaña descortesía de Paris) cuando Menelao se fue para el trabajo, éste la agarro a Helena y se la llevo, o sea la raptó.

Quisiera hacer una pequeña observación histórica, y es que este hecho que acabo de relatar líneas arriba no fue un rapto como hoy podemos imaginar un rapto, con violencia, manos atadas y un pañuelo en los ojos para que no vea el camino. La mujer de aquella época era considerada un ser pasivo que se sometía sin oposición (ni sentimientos de culpabilidad) al capricho del hombre que la tomaba. Desde este punto de vista (y desde cualquier punto de vista), llevarse a Helena fue una grave ofensa al anfitrión. Y como regalito, ya tenia bastante Paris con el rencor eterno de las diosas como para ahora agregarle la enemistad de Zeus, que había sido el padrino de la unión de Helena. Todo esto no era suficiente, porque los numerosos y anteriores pretendientes hicieron causa común con Menelao, ya que en su momento se habían juramentado defender el honor de la bella Helena "de la larga melena" (parece chiste pero no lo es).

Y así empezó lo que la historia conoce como La Guerra de Troya. Troya, si buscan en el mapa, la van a encontrar en Turquía. No esta cerca de Batman, pero es de Turquía en donde tiene su origen la manzana y esta historia que les acabo de contar que se llama "La manzana de la discordia" ("Kallista", lo que decía la manzana de la discordia).

 

Como les decía, parece ser que las manzanas traen problemas a los varones que siempre tienen mucho para perder a causa de los caprichos de las mujeres por esta fruta. E incluso puede que no sea un solo varón, sino 7 enanos, como en Balncanieves. Esto ya debería ser suficiente para prohibir ese dichoso fruto que tanto atrae al sexo opuesto (opuesto al mío… bah!, no opuesto, enfrente del mío). Aunque a Dios la prohibición no le alcanzo y Freud diría que la prohibición aumenta el deseo. Habría que educar a la humanidad a respetar esta peligrosísima fruta. O al menos a tratarla con respeto. Pero no se ha generado aun el debido debate.

 

Bueno, hay quien dice que hay un varón al que no le fue mal con las manzanas, un tal Isaac Newton. Y aunque les parezca increíble, su historia con las manzanas es verdadera (pueden leer las correspondencias que mantenía con W. Stukeley). Pero habría que observar que en la historia de Newton y las manzanas no había ninguna mujer de graciosas formas dando vueltas por allí. Si la hubiera habido Newton se hubiera dedicado al fornicio y hoy en día estaríamos todos flotando porque no hubiera inventado la gravedad.

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