domingo, 20 de abril de 2008

EL Acorazado (3° parte)

La mañana del 27 de mayo 1941 el Bismarck sin timon estaba incapacitado de descentrarse de las salvas enemigas, rodeado por acorazados, destructores (incluso un acorazado polaco que se suma, como si fuera poco todo el resto). A las 8:47 de la mañana comienza su ultima batalla. Los barcos que lo rodeaban abrieron fuego y un diluvio de acero y fuego comenzo a caer sobre el Bismarck.

Segun los informes los barcos que le rodeaban le lanzaron en la primer hora mas de 3.000 obuses, sobre un barco con el timon bloqueado, a plena luz, y con tiempo para centrar el disparo. Pero esto no consiguio hundir al barco, ni siquiera callar sus baterias, que tenian la orden de disparar a conciencia, de no guardarse nada, de acabar con todo. Y asi, el Bismarck, para asombro de los britanicos, seguia respondiendo al fuego enemigo.

La resistencia del Bismarck fue formidable, mas que eso, fue increible. Poco a poco, comenzo a despertar la admiracion de los que los bombardeaban sin cesar. El almirante Tovey (jefe de la Homme Fleet britanica), asombrado dijo la famosa frase « no se lo puede hundir a cañon! ». Y es que el Bismarck sencillamente no se hundia, seguia alli.


Luego de las 10 de la mañana, el Bismarck seguia resistiendo pero ya sin poder de fuego, uno a uno sus cañones fueron inutilizados, habia cientos de muertos. Los que podian, disparaban lo que quedaba, estaban decididos a cumplir con su palabra, mutilados, con miembros destrozados, quemados hasta que agotaron todos los recursos. Asi, los defensores del Bismarck lucharon hasta la extenuacion bajo fuego enemigo y el Bismarck que cumplia con su parte de lo que uno le puede pedir a un barco : seguia resistiendo sin hundirse.


Luego de dos horas continuas de sufrir el incesante bombardeo y ya sin capacidad de respuesta el capitan (el almirante probablemente ya estaba muerto) ordeno abrir los grifos de fondo y explosionar las cargas de autodestruccion, « el Bismarck no debe ser capturado ». Pero, no obstante, el Bismarck seguia sin hundirse !.


Quisiera observar que luego que sus cañones fueron destruidos, sin gobierno de timon, a muchisimos kilometros de la costa, sin ayuda de otras naves y totalmente rodeado, el Bismarck y su tripulacion ya no representaba ningun peligro para sus enemigos britanicos, habia recibido un bombardeo toda la noche y durante las ultimas dos horas (poco mas) la intensidad y cantidad de obuses habia sido infernal. Ya no tenia ningun cañon que funcionase y los heridos se contaban por centenas. Sin embargo nada de esto impidio que los britanicos continuasen bombardeando. Pero no consiguieron hundir al Bismarck, tuvieron que ser los propios marinos del Bismarck los que lo hundieron...


El Bismarck comienza a hundirse lentamente. El capitan Lindeman ordeno el abandono de la nave . Mas de 800 hombres consiguieron ganar la cubierta y saltar al mar de Islandia.

Fue en ese momento que los naufragos pudieron ver algo que los estremecio, incluso mas que el bombardeo que acababan de recibir. El capitan Lindemann, su capitan, el que habia ordenado que abandonen la nave para salvar sus vidas, el que ordeno que hundan ellos mismos el barco para que los britanicos dejen de bombardear cuando ya no tenian capacidad de respuesta, el mismo capitan que habia dado la orden de fuego que hundio al orgullo de la Royal Navy corre por el castillo, trepa por la cubierta, y se abraza al mastil de la bandera de proa (para asi vencer la escora de la nave), se yergue con su uniforme sangrado, quemado y roto y saluda al puente mientras se hunden ambos : el Bismarck y él.



Los naufragos pudieron ver tambien, durante el vuelco del Bismarck, que la obra viva no estaba afectada y que la cintura acorazada no habia sido perforada. Pero la tragedia recien empezaba para ellos...






Alli en el Atlentico Norte quedaron flotando mas de 800 hombres, indefensos, luego de haber combatido durante toda la noche, sin parar, algunos heridos, todos agotados. Una hora tardo un crucero pesado y un destructor en acercarse a recogerlos. Una hora de incertidumbre para los marinos que veian desde el agua que nadie se acercaba.

Habian subido a bordo al crucero Dorsetshire 85 naufragos cuando el capitan ordeno que pongan las maquinas « avante toda » y se alejo a toda maquina del lugar, dejando a mas de 700 hombres flotando. El destructor Maori recoquio a 25 antes de alejarse a toda maquina tambien. El capitan del crucero alego luego que « se habia visto el periscopio de un submarino aleman ».


Ningun submarino aleman se encontraba alli en aquel momento. Los marinos del Bismarck vieron desde el agua como se alejaban los barcos, y quedaron alli, solos y uno tras otro fueron muriendo por el frio, congelados.


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