domingo, 11 de noviembre de 2012

Caperucita

Hace poco vi una película de animación Hoodwinked Too! Hood VS. Eviln de Mike Disa. Estaba hablando con mi mujer del tema y derivamos a distintos aspectos interesantes sobre el tema.

Uno es la metáfora que habla del peligro para las niñas del encuentro con desconocidos. Por ejemplo en el libro de Perrault, Les Contes de ma mère l'Oye, donde además añade una moraleja explicita. Allí está clara la idea de un predador sexual.

Luego vinieron los hermanos Grimm unos 120 años después e infantilizaron aun más el cuento de Charles Perrault. Su versión tenía menos elementos eróticos y un final feliz gracias a la inclusión de un leñador.

Pero volviendo a la versión de Perrault, quisiera observar que Chaperon Rouge más que un cuento es una leyenda que él recoge. La leyenda atravesó las generaciones por transmisión oral. Lo interesante a tener en cuenta es que en la época en la que se hizo leyenda esta historia de la chica que se interna en el bosque, este no estaba exento de peligros reales, como de bestias salvajes.

Sin ir más lejos, a apenas unos 70 años de distancia de la publicación del libro de Perrault hubo un animal que aterrorizo la población, la Bête du Gévaudan. Y hablo de esta específicamente de esta porque es la más conocida, pero de ninguna manera la única que asoló a Francia, entre todos los animales feroces que no dudaron en atacar a los niños que jugaban o caminaban por los bosques.

Finalmente, y a pedido de mi hija que me hizo la aclaración, quisiera incluir un párrafo a favor de los lobos. En principio son muy pocos los lobos que atacan en solitario y también hay que tener en cuenta que los lobos tienen el poder de reconocer la agresividad y el miedo que los humanos expresamos, incluso de la manera más sutil. A esto hay que agregar que nosotros nos desplazamos muy conscientemente como depredadores, como lobos en busca de alimento, atravesando su territorio. El lobo ve en nuestro comportamiento que nosotros somos cazadores, no presas. Razón por la cual el lobo se va a comportar muy prudentemente con respecto al hombre.

En todo caso, piense que el lobo europeo es el más tímido de los canidos ya que fue perseguido y cazado durante muchísimos siglos, los de América del Norte son mucho menos tímidos y los árticos son muy poco tímidos, ya que ellos no fueron perseguidos por el hombre.

Porque claro, allí podemos ver que el que representa el mayor peligro es el hombre y no la bestia. Por lo tanto volvemos a la posible metáfora del cuento donde la precaución mayor hay que tenerla con la gente. Y también con los conejos, sobre todo con los de Monty Phyton.


 

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