Delicatae: eran las de lujo a las que únicamente tenían acceso los más poderosos.
Famosae: mujeres que sin ninguna necesidad, por su posición social, practicaban sexo por puro placer. El caso más significativo sería Valeria Mesalina, esposa del emperador Claudio. Como sería esta mujer que, aprovechando la ausencia de su esposo, organizó un concurso en palacio con las meretrices de Roma basado en ver quien se podía acostar con más hombres en un solo día. El "colegio" de prostitutas aceptó el reto y envió a Escila, una auténtica profesional que realizó veinticinco coitos antes de rendirse… Mesalina prosiguió durante la noche y, tras declarar que no se sentía aún satisfecha después de haber yacido con setenta hombres, continuó hasta el amanecer. El recuento final fue doscientos…
Lupae: las que ejercían el oficio en los lupanares.
Noctilucae: las que sólo trabajaban por la noche.
Copae: las que trabajan en la Caupona (que era un comercio de bebidas y comidas rapidas frías ya preparadas – vino, quesos o encurtidos – que podías tanto consumir en el lugar o llevartelo a tu casa. No había bancos ni mesas, sino una barra al exterior en la que los clientes por un as podían templarse con una copa de vino y algo para masticar).
Fornicatrices: las que lo hacen bajo los arcos de puentes o edificios. El término fornix significa arco de donde proviene fornicar (tener relaciones con una puta).
Forariae: ejercían en los caminos rurales próximos a Roma y sus principales clientes eran los viajeros.
Bustuariae: cerca de cementerios.
Prostibulae: en la calle sin ningún control. Recordemos que según escribió Tácito, historiador romano, las mujeres que querían ser prostitutas estaban obligadas a registrarse ante la oficina del edil. Una vez inscritas (nombre, edad, lugar de nacimiento, y su "nombre de guerra") se concedía la licencia (licentia Stupri)
Avancemos un poco en la historia (o deberia decir, penetremos un poco mas en el tema) y lleguemos a la Edad Media, bien comenzado el 1500. En Venecia estaba, entre otros pintores, el gran Tintoretto. Para los que no siguen este blog desde hace años solo les voy a comentar que el Tintoretto recibio ese apodo cuando se fue a probar a la escuela de artes y le dijeron que mejor se vaya a ayudar a su padre (que era tintorero) para servir para algo, que pintando era un desastre. El Tintoretto era un pintor pragmatico y no se andaba con muchas cuestiones a la hora de pintar y de ejercer tanto el oficio de pintor como el de empresario.
Quizas algunos de ustedes conocen la obra "La 204". La 204 no denomina el numero del cuadro, sino de la modelo, que era una de las personalidades más atractivas del Cinquecento veneciano dentro del en sí mismo no menos fascinante estamento de las cortigiane oneste, es decir, de las cortesanas recatadas y sobre todo quisiera hacer una observacion, la cortesanas cultas que ejercían su labor en los salones y no en la calle, digamos que a medias entre lo económicamente venéreo y lo artísticamente inspirado
Estas mujeres que les menciono disfrutaban de tanta fama como las donne di piaceri romanas y durante todo el siglo XVI, Venecia disponía de un plantel magnífico de estas mujeres del placer que cultivaban tanto el amor como la poesía y la música. Habia tantas y tal variedad que se hizo un minucioso Catálogo de las Principales y más Distinguidas Cortesanas de Venecia que contabilizaba la nada pequeña suma de 11.654 mujeres dedicadas a este oficio de la vida. Y aunque este catalogo estaba publicado en la clandestinidad era claramente autorizado por la Serenísima. En él se recogían –en un alarde de marketing sin igual- no sólo los nombres de las princesas da tariffa y el de la madama o alcahueta que gestionaba sus servicios (como se le dice hoy? manager? representante publicitario? productor?) sino que también se ofrecía el domicilio y "il numero de li dinari che hanno da pagar quelli gentilhuomini, et altri, che desiderano entrar nella sua gratia", o sea la tarifa: "el numero de dinares que el gentilhombre, y otros, deben pagar si desean entrar en su gracia".
La 204 es Verónica Franco, que como ya les he dicho es el retrato que el mismísimo Tintoretto pintara de ella. En el catalogo que les mencione, hacía el número 204. Lo curioso de esta señorita no es solo que mantuvo relaciones con el pintor cuando ella contaba treinta y cuatro años, manteniendo charlas de arte con el artista sino tambien su relación con Montaigne (quien la conocio en su viaje de 1580 a Venecia). Parece ser que esta cultivada señorita escribia muy bien y quizás el escritor, filosofo y (curiosamente) moralista francés quisiera comprobar por sí mismo y a pesar de su escaso interés por la belleza de las mujeres venecianas (según sus propias palabras), qué habría encontrado en ella el rey Enrique III cuando en 1574 y en un viaje a la ciudad de los canales, contrató los servicios de la 204 en lugar de compartir lecho, como la logica lo indicaba con la número 1 del Catálogo.
Lo que queda bien claro, o al menos en otra epoca, es que el sexo no está reñido ni con la poesía ni con la música y es que el sexo es uno de los mejores elementos para elevar cualquier "espíritu". ¿No? Incluso para el celebre Montaigne, cuya rama de la filosofia fue la que estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. O sea alquien que tenia bien reflexionado el hecho moral en la vida cotidiana no duda en tener en principio una relacion epistolar y luego algo mas que eso con una señorita de vida 'licenciosa", si detras de esa forma de ganarse la vida existia alguien artisticamente de valor y culturalmente instruidda. En la época, una belleza en cuerpo y alma.
Tal vez hoy los tiempos han cambiado, aunque no mucho. Como en la antigua Roma y en la Edad Media hay categorias, las hay para ricos, las hay famosas y las hay muy muy famosas. Me pregunto si las habra cultas, interesadas por el arte y que escriban poesias ?
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