domingo, 22 de julio de 2007

Versiones de la Historia (parte I)

Como supongo que todo el mundo conoce a Sarmiento, voy a presentar brevemente a Guarumba.
Guarumba era un indio guarani, subalterno de la tropa de Juan Crisostomo Gomez, que cobro celebridad, cuando por 1870 (epoca de la revolucion jordanista) se pone al frente de la sublevacion contra sus superiores, alli en la frontera con Corrientes. Guarumba era el lider de una tropa, o deberia decir mejor milicia. Un cura de la epoca, que habia ido alli a confortar a los altoitalianos, decia que este “coronel” tenia 600 indigenas a su mando y en caso de revolucion o guerra solo tocaba la trompeta y en un momento estaba rodeado por sus lanceros. De esta forma Gurumba, y sus lanceros, se hicieron fuertes en Federacion y crearon un bastion irreductible. Punto con Guarumba.

De Sarmiento hay muchisima informacion, pero muy brevemente podriamos decir que era un tipo terco, agresivo, con caracteristicas racistas, con una idea infantil del bien y el mal, con una radicalizacion de la idea de civilizacion... Para algunos un procer, para otros no. Pero no es mi intencion juzgar a nadie, solo dar una idea e imaginar quien era quien en la epoca que sucedio la historia que paso a contar.

Version I:

Cuenta el historiador Manuel Galvez que el presidente Sarmiento, acompañado por su comitiva visitó Federación (Entre Ríos). Federación era algo así como la capital de los dominios del coronel Gurumbá, un indio puro. El coronel, al frente de sus soldados a caballo, sale a recibir al presidente. Guarumba se apea y presenta sus respetos al Primer Magistrado. Sarmiento le había enviado a Gurumba algunos de sus libros. Al verlo, le preguntó a Guarumba si los recibió y si los había leído, y, bromeando, el cacique le contestó que los recibió y que como eran de distintos tamaños, los hizo cortar para que cupiesen en su alacena. A lo que Sarmiento le contestó: "Civilización, hasta aquí, y barbarie de tu lado."

Esta anegdota nos habla un poco de un Sarmiento a quien le gustaba tratar a sus interlocutores, sean adversarios o no, con ironía. Aunque para mi hay algo irreal en esta anegdota, algo de manual escolar que no se sostiene bien. Asi fue que encontre esta otra version sobre el encuentro de Guarumba y Sarmiento.

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