domingo, 4 de noviembre de 2007

Un delicado arte (parte 1)

Yo pienso y por lo tanto existo en este mundo, y mi forma de observar el mundo es con un rendez-vous precioso con un cigarro. De otra forma seria una hormiga diaria, una cifra, algo menos que un humano.

Con un buen habano obtengo mi fragmento de eternidad. Comparto un sin-tiempo con un testigo voluptuoso de mis pensamientos. Un momento privado, no estrictamente solitario, que yo reservo muy especialmente.

Es un momento completo, un instante absoluto. Imaginar, reflexionar privilegiadamente o solo relajarme y sentir un pequeño espacio de felicidad y plenitud.

En ese momento, los sentidos de mi identidad son uno: al cigarro hay que apreciarlo en muchos aspectos, el enrollado debe ser impecable, el cultivo esmerado. Y asi poco a poco uno se va metiendo mas en este arte y comienza a informarse. Sabe que la mejor region para el tabaco es Cuba (aunque esto no escapa a nadie en este planeta), que las regiones cubanas de donde viene el buen habano son Oriente y Las Villas. Alguien me comento alguna vez en una sobremesa que el mejor tabaco del mundo, por la salinidad del suelo y el clima, esta en la provincia cubana de Pinar del Rio. Asi me entere de la importancia del suelo donde se cultiva, la riqueza de sus minerales, de la importancia del sol que le de, de la diferencia entre las hojas superiores (a las que les dio mas el sol) y las inferiores, de la fermentacion (por ejemplo el Cohiba es fermentado hasta tres veces), y de mas topicos aun a tener en cuenta.

En todo caso, el cigarro es un objeto que me hace conciente de una felicidad a la que consigo acceder, y yo consumo delicadamente ese trazo de eternidad. Asi, me abstraigo de otras cosas, decripto un volumen de placer que me da una claridad calma sobre todas las otras cosas.

Lamento que se utilice el mismo verbo para consumir un vulgar cigarrillo que para saborear una conjuncion de tierra, sol y dedicacion artesanal, como es el cigarro. El cigarro se goza con delicadeza, el cigarrillo es una compulsion nerviosa. Al cigarro se lo fuma calmo. El cigarrillo se lo fuma sin uno darse cuenta, sin apreciarlo. El habano se saborea, se lo paladea. Al cigarrillo se lo mete en los pulmones y se lo exhala, y yo hasta ahora no conoci a nadie que paladee con los pulmones. Yo nunca vi a un fumador de cigarrillos tener su humidificador para proteger a su “tabaco”. Ni tampoco que éste se informe sobre como se hace, o quien lo hace, o que se preocupe por qué hojas se usaron, como se fermentaron... Es por culpa de este lejano familiar envilecido y la utilizacion del mismo verbo que el placer del puro se demonizo


Cuando uno tiene la ocasion de disfrutar un puro lo debe apreciar en todas sus dimensiones. Debe estar al tanto del costado cientifico de la primera etapa (que esta ligada a la ciencia del cultivo, la seleccion, la fermentacion). Tiene que reconocer la segunda etapa de un cigarro que es un verdadero arte que ninguna maquina pudo igualar, el de torcelos. Y asi proponer al cigarro su tercera parte: el disfrute lento, socegado, muy calmo.

Cuando uno tiene un puro entre sus dedos debe sujetarlo con una muy ligera presion, pero siempre consiente del contacto. Observe su color, sienta su aroma, verifique su estado. Solo despues que el habano ha pasado su inspeccion proceda a cortarlo. Cuando corte el cigarro con la guillotina tenga cuidado, porque la parte inferior debe permanecer intacta, la hoja prensada no debe desenrollarse. Luego proceda a encenderlo: JAMAS con un encendedor a bencina!. Esto contaminaria el sabor. Enciendalo con un fosforo, o en todo caso con un encendedor a gaz. Hagalo rotar mientras el fuego enciende el extremo. Y ahora aspire. Deberia escribir, si es que respeto nuestro castizo idioma, inhale. Pero la palabra aspire es mas correcta para lo que significa esta operacion. Sobre todo no trague el humo, saboreelo en la boca, sin tragarlo. Asi, aspire y repose su espalda completa en el respaldo del sillon, o camine lentamente, acaba de abrir una endija en el tiempo. Todo fluye, pero a otra velocidad, usted propone los tiempo. Disfrute de las sensaciones que el puro le proporciona: un aroma agradable, una textura suave, y los dibujos tridimensionales que las volutas de humo expanden en el aire. Pero sobre todo, no se apresure, elija el lugar idoneo para relajarse y disfrutarlo. La compañia, opcional, tambien es importante, asi como el entorno, por ejemplo una chimenea de leña o un cafe al borde del viejo puerto de Honfleur.Tal vez elija una copa de brandy de jerez para acompañar, aportando un excelente complemento al relajante momento de fumar un buen cigarro puro.


Hoy en dia, una potente maquinaria nos dice que fumar es malo para la salud. Bien, voy a evitar enfrentamientos con expertos y les voy a decir que si, el fumar es malo para la salud. Tambien agregare que todo en exceso es malo para la salur, como me dijo Mauro “todo en exceso es malo para salud, incluso algo minimamente inocuo como el agua”.
Hay tambien una maquinaria que en una epoca decia que los cigarros eran simbolo de gangters, en otra que los fumaban acaudalados patrones, y otras que era simbolo de comunismo o revoluciones. Para esto debe haber ayudado mucho el cine, la television y las fotos en los medios graficos. Todo esto sirvio para condenar como satanico al cigarro, por unos y por otros. Pero, les voy a decir algo, el cigarro no es un simbolo ideologico. Lo fumaba gente como el Zar Nicolas II, Napoleon Bonaparte, entre algunos escritores esta Chejov, Byron, Flaubert, Balzac, García Lorca.
Tambien lo fumaron Groucho, el Che, Charles Darwin y Churchill. Entonces podriamos suponer que para fumar habanos habria que tener una “ch” en el nombre. Sin embargo la lista de fumadores de puros sigue, por ejemplo Abraham Lincoln, Sigmund Freud, Isaac Newton, Orson Welles o Richard Wagner. Pese al bloqueo comercial con Cuba, tambien Kennedy los fumaba, y actualmente reciben habanos cubanos las principales autoridades mundiales (incluso las que estan a favor del embargo cubano, como son algunos ex y presidentes actuales del gran pais del norte y Europa). Mi tenor favorito, Luciano Pavarotti (siguiendo la tradicion de los tenores, como Carusso) era tan fanatico que hacia constar en sus contratos el derecho a fumar un habano en cualquier parte del escenario hasta que se levantara el telon. En fin!, la lista es bien larga y variada. O no tan variada.... porque algo tenian en comun toda esta gente. Y aqui pasamos a la cuestion de ¿por que se fuma habanos?. Bien, por la misma razon que se lo satanizo: porque despeja la cabeza. De ahi su frecuencia en una ralea variada de gente que para el bien o para el mal necesitan las ideas claras, gente que se va por los pasillos de los grandes hoteles para no incomodar, celebridades del jet-set, artistas, incluyendo damas, de todo un poco. Los une por encima de la nicotina y la pose algo más poderoso que la ideología, el dinero y la fama.
Toda esta gente que fuma habanos conoce el ritual. Saben llevarlo a la oreja, apretarlo mientras se le hace girar. Logia o secta exigente, saben que es capa, tripa, corte y encendido. Si usted no sabe cuanto interesa para el placer el tiro y la combustion, simplemente no fume habanos. De esa iniciacion a la sabiduria depende la duracion del puro. Si no esta bien cortado se le apaga en la boca o al reves, lo achicharra.
Se fuma puros para saborear el aroma, no para traguar humo nerviosamente. Puede usted vivir muchos años sin ello. Puede irse de este mundo ignorando esa maravillosa combinacion de tierra, sol, clima, artesania y conocimiento. Y sobre todo de libertad individual. Porque no voy a discutir con quien dice que dan cancer, pero, hombre !, que el 100% de la gente que muere, muere a causa de algo !.

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