domingo, 17 de agosto de 2008

un paseo por las nubes



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Luego de leer lo anterior le digo a mi mujer que necesito aire para no sofocarme de la indignación y salimos a dar una vuelta. Compro unas galletas. Leo el curioso nombre de las mismas a quien Herr Profesorr podrá bien hacer referencia (aunque no es su especialidad). Me pregunto, ¿quien habrá pensado en este nombre? ¿Usaran las galletitas... para qué?



Me acorde del cuento "los teólogos" y la secta de los especulares que entablan una relación estrecha e inversa entre tierra y cielo. Y pensé que mi doble estaría haciendo lo mismo en el cielo, solo que él debe ser muy flaco.



Luego pensé en "a través del espejo y lo que Alicia encontró allí". Y pensé en el fotógrafo Charles Lutwidge Dodgson a quien parece le gustaba mucho retratar niñas. Como la hija del deán de la catedral de Winchester, a la que fotografió desde que tenía 4 años hasta que cumplió 16. En 1880 intentó fotografiarla en traje de baño, pero ella no se lo permitió. Ese mismo año abandonó repentinamente la fotografía después de 24 años de dominar completamente el medio y disponer de su propio estudio y habiendo creado unas 3.000 imágenes. Al final de su vida destruyó gran parte de sus fotografías. Se supone que se deshizo de las de los desnudos de las niñas. Se han encontrado seis desnudos, de los cuales cuatro han sido publicados y dos se conocen apenas. Las fotografías y esbozos de desnudos que Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) realizaba alentaron la suposición de que tenía tendencias pedófilas.



Sigo caminando con las galletas y pienso en imágenes especulares, en un espejo enfrentado a otro espejo y la idea de infinito. Me acorde de mis años de astronomía y los problemas de aberración de los espejos esféricos en donde la imagen especular de los rayos centrales de la imagen aparecen enfocados y no los de la periferia, y un chiste que alguien había pegado en la cartelera de la facultad con la visita del Presidente de la Nación cuando miro por el telescopio.



Me acorde que Umberto Eco afirma que una imagen especular no debería ser considerada un signo; salvo, por supuesto, cuando engaña, es decir cuando, por error, alguien confunde el reflejo con un ser distinto del que se mira. E inmediatamente esto me llevo a imaginar que diría un lacaniano sobre el "Estadio del Espejo" y si podría hablarse del "Estadio de la Galleta", el Ego, el Yo, y la merienda.



Pensé en tres frases:



La vida es como los espejos, sonríales y le sonreirán. Póngales mala cara y le resultarán siniestros.


Concordia Merrell



Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma.



George Bernard Shaw



E inevitablemente pensé en la famosa frase que una dispersa voz declara en "Tlon", que los espejos son abominables porque multiplican:


La paternidad y los espejos son abominables porque multiplican el número de los hombres.

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