miércoles, 13 de agosto de 2008

Nota a los traductores

He observado, con algo de comprensión al principio, con molestia luego y últimamente con absoluto enojo, como los traductores se contentan en traducir la obra de Oscar Wilde "La importancia de ser Ernesto" como "La importancia de llamarse Ernesto".

Puedo comprender que alguien que "toca de oído" traduzca malamente un concepto, pero un profesional, al cual se le paga por hacer un buen trabajo, tiene la obligación de comprender bien que quiso decir el autor. Y con signos de admiración si esto es el titulo y sentido de la obra.

 

En distintas culturas el nombre quiere decir algo. Los nombres latinos como Rosa, Celeste, Esmeralda, etcétera, en su mayoría quieren decir algo. Entiendo que en la cultura árabe también. Y en muchas culturas mas (aborígenes, por ejemplo). Cuando uno piensa en el hijo que va a nacer piensa seriamente en su nombre intuyendo la influencia que este va a tener en la vida del mismo. En la novela de Ursula K Le Guin "Un Mago de Terramar" (en realidad en esa fantástica trilogía, primero, que paso a ser una saga de novelas, que recomiendo enfáticamente y que les observo que fue escrita bastante antes que la magia cobre la dimensión que cobró en las novelas luego de Harry Potter) la autora propone que quien conoce el verdadero nombre de una persona lo conoce cabalmente (cabal en el sentido de preciso).

En muchos países se ponen sobrenombres o apodos y es muy interesante como nos relacionamos con ellos, qué depositamos en ellos y como reaccionan los apodados.

 

Hay ciertas fraternidades, organizaciones que "re-bautizan" al nuevo miembro.

 

Pero no quería ponerme a hablar de la importancia de llamarse de tal o cual forma. Si no del titulo del libro de Oscar Wilde.

Para Wilde originar o poner en movimiento es mentir. El verdadero título debería traducirse como "La importancia de ser Ernesto", que en ingles earnest es sincero, honrado. El nombre Ernesto se remonta a la raíz indoeuropea er, que significa originar. Por lo tanto ser earnest o sincero es ser original, que por otro lado es una formulación absurda que nos propone Wilde (como una broma solapada) porque en general la originalidad no es uno de sus valores mas fuertes. No hay en Ernesto ningún personaje original, todos son sublimemente extravagantes pero siempre de un modo tradicional (pero la consecuencia es una obra marcada por una gran originalidad).

 

Finalmente, si leen la comedia, verán como tiene mucho mas sentido este titulo que propongo que esa mala traducción, que lamentablemente es tan habitual.

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