Si les pregunto que se festeja el 14 de julio en Francia, muchos (tal vez todos) me van a contestar « la toma de la Bastilla en 1789 ». Bueno, lamento desengañarlos con lo que les enseñaron en la escuela pero no es exactamente eso lo que se festeja en la fiesta nacional francesa.
Si bien es cierto que la toma de la Bastilla tuvo lugar el 14 de julio de 1789, fue solo porque ese día también tuvo lugar la toma del Hotel des Invalides. En Invalides había armas, las de la época eran armas de avant-carga y necesitaban pólvora. Así que una vez que se obtuvo las armas, se fue a la Bastilla a tomar la pólvora. Para esto ya se venían corriendo muchos rumores sobre los presos del rey (la Bastilla era una prisión real) y no era difícil exaltar a un pueblo con increíbles historias de los cientos de torturados en esa prisión, un pueblo habituado a ejercer la violencia y que en ese momento sufría altos impuestos para financiar la independencia de los EEUU, y que también había tenido que padecer la suba del vino y la casi ausencia de pan. En resumen, una gran agitación reinaba en Paris.
Para empeorar las cosas (es una forma de decir), el rey hace venir hasta las proximidades de Versailles tropas suizas y alemanas. El rumor era que muy pronto entrarían a Paris a sangre y fuego (un diputado advierte que se prepara una San Bartolomeo de patriotas).
Seré breve para los objetivos de este artículo y voy a decir solo que se tomó la Bastilla (donde se cortó la primera de las cabezas y se la puso en una pica, era la del gobernador de la Bastilla, de quien se dice que ese día perdió la cabeza mucho antes de que se la cortaran). Cuando liberaron a los presos (excusa con la que se la tomo) obtuvieron un magro resultado, ya que solo había siete prisioneros, uno era criminal (el Conde de Solages), encerrado por pedido de sus familiares, cuatro eran falsificadores, quienes desaparecieron inmediatamente y los dos restantes eran locos y hubo que encerrarlos nuevamente. Todo esto daba un pobrísimo resultado como excusa para llevar adelante una revolución.
No obstante, luego de este verano parisino, en toda Francia son creadas “federaciones” regionales y así debilitar el poder central. La Comuna de Paris, impulsada por Lafayette, decide fundar una Federación nacional donde agrupar a los representantes de las distintas federaciones locales. Mientras tanto el tiempo transcurría y ya había pasado casi un año de la toma de la Bastilla y se decide hacer el mismo día pero de 1790 el reagrupamiento de las federaciones.
Así es como el 14 de julio de 1790, 14.000 soldados federados llegan a Paris y desfilan cada uno bajo la bandera de su federación. El desfile se hace en Champ-de Mars, en una explanada preparada para la ocasión, se celebra una gran misa, luego de la cual el rey Louis XVI jura mantener la Constitución hecha por la Asamblea Nacional. ¿Algo les llama la atención? Bueno, si, un año después de la toma de la Bastilla el rey aun estaba allí, y no solo eso, su poder no era discutido, ya que en la Fiesta de la Federación, los 400.000 parisinos allí presentes lo aclaman como soberano y nadie pone en causa la monarquía.
Luego de eso, la ceremonia la gente alegre festeja y todo se transforma en fiesta popular.
Durante casi un siglo, la conmemoración de esta fiesta es olvidada y reaparece en 1880 bajo la III Republica. El tema es que el régimen busca construir una nueva imagen nacional alrededor de símbolos republicanos. Así se elige a la Marsellesa como himno nacional y el 14 de julio de 1790 como fiesta nacional. Se organiza un desfile militar inspirado en el desfile de las federaciones de 1790, desfile militar que se continua hasta nuestros días. Se organizan conciertos y fuegos artificiales. Todo esto, mantenido hasta el día de hoy.
A propósito, la “Columna de Julio” que se va en la Place de la Bastille, no se refiere a el 14 de julio de 1789. Esa columna lleva los nombres de las victimas de las jornadas revolucionarias de julio de 1830: los “Trois Glorieuses”.
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