Minima advertencia a los que vienen a ver la Gioconda. En el Louvre hay miles de obras más fáciles de apreciar (fáciles en varios sentidos).
No es simple acercarse a ver desde atrás de un vidrio el famoso cuadro de Leonardo. Para muchos es la única oportunidad que tienen en su vida de verla y se amontonan. Para evitar embotellamientos hay guardias de seguridad que todo el tiempo dicen “no se detenga, no se detenga”.
Así que, si quieren, pueden ir a verla, pero sepan que van a estar un instante para apreciarla, entre empujones. Así que, planeen ver otras obras en el mismo museo que les aseguro valen la pena.
Si logran verla, piensen entre otras cosas que para verla sonreír hay que mirarla a los ojos (pero ya les voy a hablar un poco de la Mona Lisa en otra ocasión).
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