jueves, 13 de noviembre de 2008

Biarritz

Continúo con el relato breve. Biarritz es una ciudad hermosa, de lo mejor. Sin lugar a dudas tiene todo para conquistar al turista. Durante el verano, esta poblada de surfers, pero tiene visitas todo el año. Algo que destacar es la comida. Yo, felizmente, recibí el dato de 4 restaurantes exclusivos (a los que hay que ir previa reservación) y al que invito y animo enfáticamente a ir. A quien lo solicite les paso los datos para paladear comida típica de lo mejor, en salas pequeñas y atendidas de la mejor manera.

 

Busque, en vano, un mural invisible. En realidad no es invisible, sino que, me dicen, es hiperrealista y solo te das cuenta que es un mural cuando estas cerca. No lo encontré en Biarritz, porque luego me aclararon que esta en Bayonne.

 

Biarritz es una ciudad para caminarla, tiene el mar, comercios excelentes y el pasear por sus calles ofrece las sorpresas de ver casas increíbles. Esto en gran medida porque esta ciudad fue la elegida en principio por la nobleza, lugar por el turismo snob en la Belle Epoque, y por el jet set después.

 

No voy a contar mucho sobre Biarritz porque voy a volver pronto y esta vuelta solo es de pasada. A propósito para los que quieren venir, hay carteles que prohíben hacer tonterías como bailar por las cornisas. Cosa que evidentemente, en acto de conquista sexual, a muchos se les ocurrió y cayeron al vació.

 

Aquí también en Biarritz hay casas que se especializan en chocolates y dicen que es el mejor del mundo. Mientras degusto estos manjares me quedo pensando de donde vino el cacao y como nos hemos dejado quitar la evolución de este néctar de los dioses…

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