jueves, 26 de agosto de 2010

Charla sobre Chartres

Hace unos años decidí presentar en el blog un artículo sobre la Cathédral de Chartres. Había leído en una guía turística una curiosidad que me llamo la atención y aprovechando la visita a un amigo que vive en zona me había decido a documentarla.

 

El caso es que en la parte baja del crucero sur hay una piedra rectangular empotrada cuya blancura resalta netamente del gris de todas las otras. Esta piedra esta marcada con un una suave línea de metal levemente dorado. Cada año, exactamente el 21 de junio, exactamente al mediodía, un rayo de sol impacta exactamente allí. Ese rayo de sol no aparece por cualquier lado, sino por un espacio dejado ex profeso en el vital llamado Saint-Apollinaire.

No crean que descubrí nada, esta rareza esta señalada por todas las guías turísticas que puedan comprar, solo que estas lo señalan como una mera curiosidad, una simple rareza, o solo dicen una diversión del enlazador o del vidriero.

 

¿Qué tiene esto de extraño? Bueno, yo, a diferencia de los hacedores de guías turísticas, no pude desasirme de una extraña sensación de misterio. Algo esta allí queriendo decir algo y yo no llegaba a entenderlo. La explicación de la "simple curiosidad" no me satisface, jamás lo hace. Es algo más que el capricho de un enlosador, este no podría practicar un diminuto agujero en el vitraux. Un artista vidriero tampoco selecciona una piedra en particular para resaltar un olvido o un descuido de su obra. Incluso ambos puestos de acuerdo tendrían que consultar a un astrónomo para producir el efecto.

 

¿Qué es aquello que se evade claramente del bien y el mal del catecismo?, ¿de mis conocimientos de teología, de mis conocimientos de símbolos paganos? Pensé entonces en recurrir a mis viejos estudios de astronomía en los años en que la Facultad de La Plata era tan entrañable y cercana como lo es ahora la Tour Eiffel.

 

La Cathédral de Chartres para la mayoría de los visitantes es solo un monumento gótico entre otros monumentos góticos. Tan misterioso, feo o bello como otros tantos en los que se ven en la obligación de visitar en aras de la tarea turística. Incluso para muchos es peor, ya que no tiene ni la película de Cuasimodo, ni el misterio de Dan Brown. Pero este misterio que les señalo es bastante notable, y tanto mas que no esta aclarada por ningún libro, ni historiador ni religioso. Yo, a medida que intentaba resolver la cuestión me di cuenta de otra cosa. Que paso inmediatamente a contarles.

No hay comentarios: