miércoles, 6 de julio de 2011

Jugar a 1984, de Orwel

Cuando era chico había una figura que me obsesionaba, mi abuela me había dicho que Dios me estaba mirando todo el tiempo. El hecho es que el saberme supervisado en mis actos me proponía prestar mas atención a lo que hacia.

Mas tarde mi abuela me agrego que Dios no solo veía todo lo que había, sino que escuchaba todo lo que yo decía. Esto me hizo buscar una justificación en mis dichos.

 

Y lo que pasa es que cuando se espera que rindamos cuentas de nuestras decisiones o de nuestras acciones, tendremos que hacer intervenir un mayor esfuerzo cognitivo, y una consecuencia directa de esto, es el tomar decisiones mas elaboradas, analizando todo mas en detalle.

 

Básicamente, el consejo seria que intenten imaginar que sus  decisiones van a ser sometidas a la inspección de alguien superior. Es algo levemente paranoico, pero en muchas ocasiones ayuda a tomar la buena decisión moral.

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