domingo, 9 de mayo de 2010

Un anatomista (parte 4)

Pero a Steno, no le satisfacían estas explicaciones. Era un anatomista convencido que cada órgano y cada parte de un tejido tenía su función y transpolo esto a la tierra. Como cientifici no podía aceptar ni que los dientes ni que las conchas podían existir porque sí. Sus estudios y conclusiones las publicó en su obra "De solido intra solidum naturaliter contento dissertationis prodromus". Y ese fue, quizás, el primer tratado verdaderamente geológico de la historia. Cosa que no esta nada mal para un anatomista.

Entre las conclusiones de Steno estaba la descripción de las diferencias entre el desarrollo de los sólidos inorgánicos, como los cristales; y los orgánicos, como las conchas y los huesos. Esto, señalaba bien y no dejaba lugar a dudas que cosa era tejido orgánico fosilizado y que inorgánico. También identificaba los fósiles como las conchas y los huesos que se habían convertido en roca después que hubieran quedado enterrados en sedimentos blandos. Tan solo esto que les acabo de contar bastaría para agregar luego la frase "sólo con decir esto es bien claro que era un avance sin precedentes". Pero Steno fue aun más lejos… mucho más lejos y llevo este razonamiento a generalizarlo a gran escala para interpretar los estratos de la Tierra.

¿Qué más hizo? Como si todo esto fuera poco, introdujo el concepto de "roca sedimentaria" y afirmó que eran depósitos de capas en las que habían quedado enterrados unos organismos: los fósiles. Sugirió que la corteza terrestre se había desplazado empujando aquellas capas. Como los fósiles se encontraban en esas rocas sedimentarias que habían empezado como limos en océanos, ríos o lagos, entonces las capas más profundas debían ser más antiguas que las superficiales. Pero no en todos los lugares se habrían depositado todas las capas ya que no siempre habría agua para formar sedimentos. Si una capa del mismo tipo de roca y con el mismo tipo de fósiles aparece en dos lugares diferentes es razonable pensar que la capa es de la misma edad en ambas localidades. Por ejemplo, si en un lugar encontramos una serie de capas, que podemos enumerar de más superficial a más profunda, y las llamamos ABDE y luego encontramos dos de esas capas en otro lugar, pero con una capa en medio, por ejemplo, BCD, entonces podemos deducir que el orden de las capas ordenadas en el tiempo sería ABCDE. Parece lógico, ¿no?

A lo explicado se le conoce como "Principio de Superposición de Steno". Además, como se habrían hecho bajo el agua, también propuso el llamado "Principio de horizontalidad", o sea, que en un principio, las capas debían ser horizontales. Y también propuso el "Principio de lateralidad", que afirma que las capas tendrán como límite el borde de la cuenca.

Como tantas veces pasa, ustedes leen esto hoy, en estos tiempos modernos y las cosas parecen mas obvias, o fáciles (debería escribir fósiles), pero lo cierto es que hasta que Steno publicó este libro con sus conclusiones a nadie se le había ocurrido: a nadie antes que él.

A partir de las observaciones realizadas en la Toscana, Steno dedujo que las aguas habían cubierto aquellas zonas en dos ocasiones y que, por lo menos una vez, los estratos se habían inclinado y desplazado.

 

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