jueves, 1 de julio de 2010

Se diga o no todo es política

Alguna vez mi amigo Sergio me convenció de que pasar los himnos en competencias deportivas no tenía ningún sentido. Eso de exacerbar el sentimiento patriótico cuando en realidad se trata de deporte es algo nulo.

 

Ayer oía en RMC Info (Francia, 103.1), una radio especializada en deportes que durante la copa del mundo se dedica de pleno a esta competencia, que un periodista se refería al éxito sudamericano sobre las demás regiones a que ellos tenían un sentimiento patriótico mayor que el de los europeos. Siguiendo este extraño razonamiento, deberíamos suponer que el equipo campeón de futbol es el equipo campeón de patriotismo, lo que daría en el 2006 a Italia en ese puesto y a Francia como sub-campeón. Curiosamente estos equipos, cuatro años más tarde, están entre los últimos a tener en cuenta en esta pasión patriótica.

 

Me llama la atención como se evita mezclar la política en esto del mundial y del futbol en general. Por ejemplo, en el Inter campeón de Europa no hubo futbolistas italianos en el campo de juego, y sin embargo, Berlusconi, e Italia en general son absolutamente reacios a la inmigración, dando la espalda al echo que son "no italianos" los que le dan victorias a ese país (preferiría proponer la palabra futbol y no país).

 

Alemania tiene también un gobierno de derecha, también reacio a la inmigración, pero en las filas de su exitoso equipo nacional se encuentra Mesut Ozil, hijo de un trabajador turco, cuyo gol contra Ghana catapulto a Alemania a la segunda vuelta, sin el los alemanes no tendrían un futbol tan imaginativo ni su público tantos sueños de gloria, sino que estarían viendo el mundial por tele tomando HefeWeizen. Cacau no es un apellido muy alemán, más bien brasilero, a punto tal que hasta la primavera pasada Cacau era brasilero y cambio por la ciudadanía alemana, y es innegable que él cambio totalmente el ataque alemán. Es impresionante también en el ataque su compañero Miroslav Klose, que no se llama Otto von Bismarck sencillamente porque no nació en Alemania, sino en Polonia, mismo país donde nació también su otro compañero del equipo nacional de Alemania, Lukas  Podolski (ambos estrellas durante el Mundial 2006.

 

Suiza, el país, nunca se caracterizo por tener una izquierda revolucionaria, incluso es famoso su principal partido político, la Union Démocratique du Centre que impulso políticas contra los inmigrantes (si quieren verlas, pongan el nombre del partido en Google imágenes) que impulso la iniciativa de prohibir los minaretes de las mezquitas en Suiza como forma de luchar contra la supuesta islamización del país, justamente fue Gelson Fernandes quien le dio la victoria frente a uno de los candidatos a ganar el torneo. Gelson Fernandes nació en Cabo Verde y si aun tienen abierto Google imágenes podrán ver que de cara no parece muy suizo que digamos. Por otro lado, su co-equiper Blaise Nfuko no tiene mucho de suizo, y esto tal vez se deba a que nació en el Congo.

 

Y Portugal, lo imaginan sin Liedson o Deco. O imaginan a EEUU sin los beneficios de la inmigración, allí esta (por citar a alguien) Jozy Altidore con su muñequera con la bandera haitiana y estadounidense.

 

El goleador de Argentina Gonzalo Higuain, nació en Brest, France. Messi (no hace falta que de referencias sobre Messi, ¿no?) si bien nació en Argentina, a nadie escapa que es mas catalán que argentino y su "patriotismo" vine por cuestiones hereditarias mas que por tiempo vivido en el país para el que juega.

 

 

¿Podría ser el fútbol un ejemplo de lo que pasa socialmente en estos países en donde la inmigración propone éxitos en diferentes disciplinas? ¿Verán esto los nacionalistas, sean estos aficionados al futbol o no? ¿Qué pensaran de esto todos esos grupos xenofogos que alientan al equipo totalmente desaforados enfundados en camisetas con los "colores nacionales" enarbolando banderas, escuchando himnos? ¿Pensaran?

 

Cuando hablamos de política y de futbol pienso en cuantos futbolistas callan su opinión "para no molestar" o para no ser perjudicados en su carrera deportiva a causa de sus opiniones. Yo me entero por otros medios que no hacen deportes que hay futbolistas como Dirk Kuyut (de Holanda) que dirige una fundación para mejorar las posibilidades deportivas de los discapacitados. Me entero de Joseph Yobo (de Nigeria) que trabajo con jóvenes del Delta del Níger distribuyendo más de 300 becas educacionales. Nwanko Kanu (de Nigeria), que dirige una fundación para personas con problemas cardiacos. Se de la selección de Francia que cedió todas sus primas (casi 3 millones de euros) un poco forzada, pero al fin lo hizo, al futbol amateur. Vayan mis felicitaciones por esas acciones y por valerse del futbol para ayudar a otros y no a si mismo y nada mas. Pero todo esto no es lo mismo que adoptar una posición política, (sea la inmigración o sea la justicia social). ¿A quien le molesta si se habla de esto? ¿A quien se molesta si los futbolistas hablan abiertamente de política y dan sus opiniones a las claras o si militan activamente por cuestiones sociales?

 

Actualmente en Francia, la política se metió con el futbol, o mejor dicho con la FFF. Primero Sarkozy llamo a Thierry Henry y ayer Raymond Domenech y Jean-Pierre Escalettes fueron audicionados por la comisión de asuntos culturales de l'Assemblée National. La reacción de la FIFA no demoro un instante e inmediatamente envió un comunicado a Francia en donde decía que cualquier injerencia de la política en la federación de futbol esta prohibida por su estatuto y que de suceder se verían obligados a sancionar a la FFF con medidas que podrían llegar a la suspensión de la federación francesa de los campeonatos de dicha entidad.

 

¿Por qué? ¿Son compartimentos tan estancos la política y el futbol? ¿Quiénes hacen futbol (en su mayor expresión: futbolistas, organizadores, empleados varios) no tienen opinión política? ¿Se puede realmente hablar de esto o es realmente el futbol un opio que adormece la mente y no la hace ver mas del 1 a 0 o quien gano a quien?

 

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