domingo, 18 de julio de 2010

Musica, tan solo musica

La música distrae rápidamente al intelecto de cualquier percepción de nuestra relación con las cosas externas, y a la vez nos separa, como pura forma libre de cualquier objetivación, del mundo exterior, y permite que nuestra mirada se dirija solamente hacia nuestro interior y al de todas las cosas.

 

Richard Wagner de su libro "Beethoven"

publicado en 1870 para conmemorar el nacimiento del compositor de Bonn

 

 

 

A nadie escapa que la música intensifica nuestros sentimientos, que es un viaje interior, único e intransferible. Y esto hace la diferencia de las artes visuales y de las distintas formas de lenguaje porque en estos, la obra artística esta compuesta de elementos con suficiente información conceptual como para promover una opinión media (o estándar) y un sentimiento en el observador o lector. Esto pasa porque los elementos que componen estas obras son recogidos de un universo reconocido y ese conocimiento previo viene cargado subjetivamente por nuestra percepción de sus similares. Formas, texturas, colores, proporcionan tanta información que no es fácil abstraerse a la hora de juzgar un cuadro, aunque este sea abstracto.

 

Pero la música no comparte esta información previa, y sin embargo no puede objetivarse como nada más que un fluido sonoro que avanza en el tiempo y que ayuda a medirlo.

La música solo viene cargada de información cuando el oyente la asocia con hechos ocurridos en "su" pasado (y esto la hace extremadamente subjetiva).

 

Buscando como graficar este artículo me tope con la página de Aniboom en donde encontré esta joyita llamada "The Piano". Para los amantes de los cortos de animación, aquí tienen material para entretenerse un buen rato, yo les recomiendo, justamente, el corto que vengo de citar.

 

http://www.aniboom.com/animation-video/258/The-Piano/

 

 

 

 

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