lunes, 23 de abril de 2007

Habladurias medicas

Debo admitir que para ser rmedico era un tipo raro. No era el clasico "doctor" que uno se imagina cuando se lo presentan en alguna reunion. Él fue siempre mas bien un tipo esmerado, con otra exigencia, si se me permite lo inapropiado de la frase.

 

La primera vez que lo vi, estaba sentado a mi lado, por azar, en una conferencia sobre "evolucion y modificaciones geneticas". No habia reparado en él hasta que (recuerdo muy bien el episodio), el orador aseguro que si en Argentina comenzaban a cortarles las orejas a las vacas, al cabo de algunas generaciones ellas nacerian sin orejas. En ese momento, mi compañero de asiento se levanto y en voz muy alta dijo "si eso es cierto, como puede ser que en el mismo pais, aun hoy sigan naciendo mujeres virgenes!". Luego de eso fue expulsado por interrumpir al orador y se le prohibio la entrada.

 

Mas tarde tuve oportunidad de intercambiar con él algunas palabras, fue luego de una conferencia sobre fibrosis quistica. Durante la conferencia no habia reparado en su presencia, hasta que el orador dijo «Esta patología es la enfermedad genetica hereditaria más frecuente entre las personas de raza blanca». Fue alli cuando observe que unas cinco filas adelante alguien se levantaba y le corregia al orador "me veo obligado a desmentirlo, doctor Hilmentson, esta sinonimia que usted hace entre patologia y enfermedad es incorrecta". Luego se dio vuelta y dijo a todo el auditorio, llenando con su voz la sala silenciosa "patologia es la parte de la Medicina que estudia las enfermedades' o en todo caso'el conjunto de sintomas de una enfermedad' y enfermedad es una alteracion de la salud, la palabra a usar aqui es 'morbo'".

En ese momento, el orador lo interrumpio y por todos los parlantes se oyo "doctor, le pido por favor que se abstenga de hacer interrupciones vanas o superfluas". Con bastante furia desde el lugar donde estaba parado, giro su mirada al orador y le dijo como para que todo el mundo en la sala oiga "sin duda alguna, hay enfermedades del cuerpo o físicas, y del alma o espirituales, pero tambien del intelecto mi estimado colega, y mas aun las hay del habla y de la escritura; no son orejas que sangran, pero sí oraciones heridas de muerte, lo que no deja de ser paradojico en el campo de la medicina". Luego de esto fue invitado a retirarse por dos guardias de seguridad que lo acompañaron hasta la salida.

 

En el cafe "El Florian", que esta justo a mitad de cuadra, me permiti interrumpirlo de su libro y de su cafe para preguntarle si me podia sentar a compartir unos minutos. Asintio, y agrego "por supuesto". Le comente que venia de la conferencia sobre fibrosis quistica y que me llamo la atencion su interupcion. Se sonrio y me dijo que lo que pasaba en medicina es que la misma padece 'diátesis' gramatical y semantica. "¿Tendra esto un origen en la ilegibilidad de la letra de los medicos?", propuso como enigmatica teoria.

"Mire", agrego mientras el mozo nos servia los cortados, "tres morbos graves trastruecan los canones dialogisticos en el lenguaje medico (o de los medicos deberia aclarar), e impiden que la comunicación sea fluida, clara, y precisa, entre ellos y hacia sus pacientes, y la convierten en seudocomunicacion: los medicos quieren demostrarnos, permitiendose sus deslices lingüisticos que en intelecto, habla y escritura la lengua padece de insuficiencia lexico-semantica". "Y peor aun, al hablar mal, comunican mal".

 

Casi como si fuera la oportunidad de hacer un buen monologo reivindicatorio de su abrupta salida de la conferencia continuo apasionadamente "la buena salud debe ser buscada en todos los flancos, la lengua española goza de buena salud, ¿porque enfermarla?". Probo un sorbo de cafe y sin pausa agrego "recuerdo en una rotacion que hice en Lima cuando era joven, que un colega me pasaba la guardia y en su reporte me dijo "la de la gastro no hizo fiebre". Otro sorbo de cafe y mirandome agrego "le aseguro, mi joven colega desconocido, que entre las cincuenta y ocho acepciones del verbo hacer, no hay una que se adecue a este desproposito". "Podria haber usado afiebrarse, verbo registrado en el Diccionario academico, que denota 'empezar a tener fiebre', pero no es lo que quiso expresar aquel colega, en español, ¿porque no dijo la simple y correcta frase 'no tuvo fiebre'? ".

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