domingo, 1 de febrero de 2009

Como comprar bienes y pagar servicios dando nada a cambio

Habíamos quedo, entonces, en que el dólar pasó de ser un depósito de valor al portador a un concepto de valor abstracto e indefinido. Papel moneda convertible en credulidad y respaldado únicamente por la fiducia o confianza depositada en él, en su preeminencia como divisa de reserva, medio de pago internacional y unidad de cuenta. Asi comienza la era de In Dollar We Trust.

 

No hace falta que aclare que este es un sistema viciado desde su nacimiento, y no obstante eso, el dólar permanecía como eje del sistema. Las sucesivas devaluaciones y turbulencias financieras desembocaron en la primera crisis del petróleo, cuando la OPEP había decidido redefinir los términos de intercambio de sus limitados/estratégicos recursos fósiles por papelillos ilimitados: si el medio de pago vale menos, suben los precios nominales.

 

La desmonetización del oro obligó al FMI a deshacerse de la tercera parte de sus reservas auríferas. Las divisas quedaban ligadas entre sí mediante tipos de cambio flexibles y fijos en todas sus modalidades, desde libre flotación cambiaria a dolarización, pasando por parrillas de paridades o tipos fijos con paridad móvil. Un sistema de monedas fiduciarias basado en el crédito otorgado al representante más tangible de la hegemonía norteamericana, a su divisa. Todas estas manipulaciones cambiarias y devaluaciones armadas para corregir desequilibrios solo consiguieron mostrar la fragilidad del sistema.

 

De todo este revuelto de monstruo Gila, EE.UU, año tras año, importa bienes y servicios del resto del mundo pagando en dólares. Los dólares recibidos por los exportadores son vendidos a sus respectivos bancos centrales a cambio de moneda local creada al efecto y reinvertidos/reciclados en activos (reales o financieros) denominados en la divisa norteamericana. El exceso de consumo estadounidense, su insuficiencia de ahorro y producción, se compensa mediante un creciente endeudamiento con el exterior documentado mediante masivas emisiones de deuda, absorbidas en el proceso de reciclado de dólares.

 

O sea, el mismo mecanismo de Bretton Woods, salvo que ahora las reservas acumuladas no son convertibles en oro, sino solo en la confianza de que EEUU es (y seguira siendo) solvente.
 
Hago un silencio para que reflexionen sobre esta última frase.

 

 

 

 

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