sábado, 24 de diciembre de 2011

Pequeña digresion

Para el juven doctor Diego (y todo aquel que debe tomar esas decisiones dificiles).


Cuando los gansos vuelan sobre el agua
y se reflejan en el agua,
los gansos no intentan proyectar su reflejo,
y el agua no tiene intención de retener su imagen.
-Chuang-Tzu-

 

 

Y… ¿Qué pasaría si ahora dejaras todo?
¿Y si decidirías cambiar la lista y pasarías a la siguiente?
¿Te moverías 20 centímetros el piso? ¿Volarías al otro lado del mundo?
¿Arrojarías basura sobre un campo verde? ¿Sembrarías rosas?

 

Y… ¿qué pasaría si todo te dejaría?
¿Te hundirías en el silencio de la reflexión?
¿Dirigirías veloz las últimas penas al alcohol o a la inconciencia?
¿Enviarías correos para compartir la noticia?

 

Pienso (por qué pienso todo esto) que
hay una ansiedad nerviosa y desconocida que se desata negra

como toda tormenta,
como el misterio de todo lo futuro, de lo desconocido.

 

Y es que tal vez sí haya imposibles
aunque siempre contemos con que también

haya algo que caiga del cielo

sacando la solución que justo necesitamos.



Algo se adueña de la razón
que desconoce la razón del amor y paraliza
como una cerbatana de curare.

 

 

Árbol de la esperanza:

¡sigue en pie, firme!

 

Y que la tormenta jamás pueda.

 

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