lunes, 5 de diciembre de 2011

Placeres

Es lindo encontrar justificativos a nuestros placeres. Justificativos mayores al "por que me gusta". Para eso hay científicos que desmenuzan y excavan en todo lo que pueden y a veces sus resultados nos convienen.

Este es el caso para mi con los pistachos, esos frutitos verdes que me enloquecen y que (como dice mi hija) crujen en la boca. Delicia que por otro lado hace un buen momento que la humanidad lo esta comiendo (en todo caso parte de ella) pero solo en las últimas décadas se popularizo.

En cuanto a las propiedades nutricionales (que pueden encontrar en los sites especializados) son excelentes y si no me equivoco es de todo este tipo de frutas "secas" la que mas ventajas nutricionales tiene.

No hace falta aclararles que escribí esto comiendo pistachos y que por estos días estoy viviendo una especial abundancia de los mismos gracias a Yamila que se puso la obligación de abastecernos a mí y a mi hija (o bien para saber si el ser humano llega en algún momento a la saturación de los mismos).

En todo caso, yo a los pistachos (como al chocolate) los disfruto sin culpa y con un enorme gusto. Así que cuando veo este tipo de comercio, como el que esta allí a unos 50 metros del Pompidou no dudo en aplaudir la valentía de su propietario y de animarlo a continuar en esa felicidad de brindarnos ese tipo de comercio comprándole algunas toneladas al año.

No hay comentarios: