sábado, 11 de junio de 2011

Diseñ moral 5.2

En todo caso, lo que vemos en ambas situaciones, es que si bien nuestras elecciones morales pueden parecer fruto de un único proceso de razonamiento deliberativo, nuestras vísceras al final pueden desempeñar un papel mucho más importante. Y como casi todo en nuestra vida son desiciones morales, algunas grandes, otras pequeñas, pero están todo el tiempo allí confrontándonos con el proceso, sea en algo prosaico, como comprar un coche nuevo, o bien cuando tomamos decisiones en las que hay vidas en juego. El caso es que sendos escenarios nos muestran también cómo podemos obtener dos respuestas distintas a lo que es en esencia la misma pregunta.

Pero podemos ir más allá. Les voy a hacer el siguiente planteo, que nos es mío, sino del psicólogo Jonathan Haidt:

Resulta que Laura y Jorge son hermanos. Se van de viaje juntos a Brasil en sus vacaciones de verano al final del curso universitario. Una noche se quedan solos en una cabaña cerca de la playa. Deciden que sería interesante y divertido si intentasen hacer el amor. Como mínimo, sería una experiencia nueva para ambos. Aunque Laura ya tomaba anticonceptivos, Jorge utiliza, además, un preservativo, para mayor seguridad. Los dos disfrutan haciendo el amor, pero deciden no repetirlo más. Conservan el recuerdo de esa noche como un secreto especial, lo que les hace sentirse aún más unidos. ¿Qué les parece esto? ¿Está bien que hayan hecho el amor?

Haidt explicaba que la mayoría de las personas que oyen esta historia afirman inmediatamente que estuvo mal que los hermanos hicieran el amor, y acto seguido empiezan a buscar razones. Señalan los peligros de la endogamia, pero enseguida se acuerdan de que Laura y Jorge emplearon dos métodos anticonceptivos. Sostienen que Laura y Jorge sufrirán las consecuencias de su acción, quizá emocionalmente, pese a que la historia deja claro que no les ha quedado el menor trauma. Al final, muchas personas acaban diciendo algo así: "No sé, no puedo explicarlo; sencillamente sé que está mal".

Lo que sucede es que podemos tener poderosas intuiciones morales incluso cuando somos incapaces de respaldarlas con razones explícitas. A este fenómeno en el que tenemos la certeza de que algo está mal pero somos incapaces de explicar por qué, Haidt lo llama "perplejidad moral".

Y lo que pasa es que, quizás, la moral no esta diseñada en nosotros tan universalmente comos e cree, porque, como nos decía eso de que "la moral no es un reflejo de unos valores existentes fuera del sujeto. Esa moral no está en dios, ni en la causa primera o sustancia universal. La moral es un acto que surge de la conciencia individual del ser humano".

 

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