martes, 8 de mayo de 2007

La sinverguenza de Herr Profesorr

Advertencia :el siguiente artículo puede herir
 los  sentimientos  de las personas ignorantes

 

Hoy me dirijo a usted Herr Profesorr. Si, a usted quien hace quince años golpeó con su bastón a un fotógrafo inoportuno que no lo dejaba terminar de leer un discurso con sus abrumadores disparos de flash. Comprendo que en aquel estado que se encontraba lo haya acusado de estar pagado por mi, aunque aun espero sus disculpas por aquellos dichos infundados e ímprobos. Recuerdo como interrumpió la conferencia diciéndole a los gritos "Más respeto!, Mas respeto!! " mientras mantenía sus puños apretados desde su silla de ruedas, que me veo obligado a aclarar, usted usaba solo por comodidad ya que prefería que lo lleven sin usted hacer el mas mínimo esfuerzo. Precisamente hoy se cumplen 15 años de aquel penoso evento. Yo, como colega suyo, considero mi deber el recordar a quien con el tiempo haya podido olvidar aquel vergonzoso evento, aquella penosa actitud suya, vergonzosa e indigna de un científico profesional.
 
No es necesario aclarar que yo jamás tendría una actitud de tan bajo nivel, todo el mundo lo sabe, por algo, gran parte de la colectividad científica me llama el "mayor científico vivo". Personalmente estoy en desacuerdo con el calificativo, ya que no veo en la Historia con quien me podrían comparar para tener que hacer la aclaración "vivo".

 

Pretendo en sucesivas notas difundir algunos párrafos de aquel bochornozo discurso, aunque mi altísima y refinada educación, como mi estricta y prusiana moral se vean confrontadas con este dilema. Usted, Herr Profesorr, en su cólera contra el fotógrafo, olvido sus notas en el escenario en el intenso instante del pleito, y yo, gracias a mi fiel ayudante Igor he dado con los mismos.
 
Asi pues, antes de entregarlos para el juicio de la comunidad científica toda, debo anteponer unas pequeñas observaciones sutiles de mi parte, que en nada podrían influenciar en lo que dicha comunidad piense. Así, les advierto que el discurso que Herr Profesorr iba a pronunciar aquella noche posee el desparpajo de juzgar como quiere y cuanto quiere, incluso con las formas y el lenguaje que mas le viene en gana; un artículo publicado por mi (por mi !!!). Además de esto, poseído ya de una desfachatez absoluta, intenta enseñar en la misma ponencia, que a la ciencia no siempre hay que tomarla en serio sino burlarse de ella y tambien de uno mimo un poco. Dice, continuando con algo que debe haber escrito en estado de embriaguez o en abuso de sus propias drogas experimentales, que a la formalidad de la ciencia hay que arrancarle las ropas y gozar a la ciencia desnuda de formalidades.

 

Un horror.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Otra muestra más de envidia profesional, que deja entrever la furia por haber llegado dos horas más tarde que yo a The Lancet con su artículo "Valvulopatía crónica en fase inicial producida por culex irritans", que como sabemos me pertenece, pero con el título "Te pica el mosquito y a la mierda el bobo". Siempre encerrado en su pequeño laboratorio en París, es el menos indicado para hablar de "desnudar las ciencias" de formalidades, cuando se sabe que es un amante férreo de las ciencias duras.
Recuerdo aquella vez que burlándose de mí, me espetó "Lúpin no es lectura para un científico serio", cuando es de público conocimiento que esa revista traía aviones para armar, aparte de la historieta.
Pedante, altanero, se pasea con su guardapolvo impecable golpeando con una fusta a su séquito de científicos-esclavos que más de una vez salvaron su prestigio al llevar a Nature las publicaciones con su nombre, que por holgazanería no quería publicar. Incluso su fiel ayudante Igor denunció en una ocasión a su ART el agravamiento de su giba por los fustazos.
No se dejen engañar por su aspecto serio y responsable, este temerario científico no cejará en sus esfuerzos para hundirme con falsos argumentos, como el de ut supra.
Más horror.