Todo el intento del político, o de quien detenta el poder en el sentido más amplio, es hacer una suerte de que sus "victimas" o su "nicho de población" sea incapaz de comprender la tecnología y los métodos utilizados para su control y sometimiento. En esta misma línea la calidad de la educación dada debe seguir la misma coherencia de manera tal que mantenga o, mejor aun, aumente lo más posible la fosa de ignorancia que lo somete y aisla. Se debe intentar aumentar de forma desmesurada la diferencia cultural, de conocimientos y de inteligencia desarrollada, para que así algunos sean los detentores de un poder que por esta misma razón arriba descrita sea inalcanzable para otros.
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