domingo, 21 de agosto de 2011

Mujeres

Durante miles de años la mujer ha estado sometida y dominada por el hombre, quien le restringe sus derechos y libertades, así como también decide qué es la mujer. La historia nos demuestra como la mujer era despreciada y se la mal tratada.

En el Imperio Romano (que abarca casi diez siglos) la mujer se encontraba en una tutela permanente de su padre o de su marido, la mujer no podía sin ayuda o consentimiento previo del tutor escoger a su futuro esposo o contraer matrimonio, o disponer de sus bienes, testar o ejercer cualquier actividad.

En las sociedades Cristianas se ha tenido también una mala actitud hacia la mujer. Los teólogos hasta se han reunido en el Consejo de Macon para discutir si las mujeres tienen solamente un cuerpo o un cuerpo con alma. Ellos pensaban que lo más probable era que las mujeres no tuvieran un alma que pudiera ser salvada, e hicieron una excepción sólo en el caso de María. 

Los franceses mantuvieron una conferencia en el 586 para discutir si las mujeres tenían alma o no, y si la tenían, ¿era animal o humana? Al final, ¡decidieron que era humana! Pero que fueron creadas sólo para servir a los hombres.

Durante los tiempos de Enrique VIII, el Parlamento Inglés promulgó un decreto que prohibía a las mujeres leer el Nuevo Testamento porque eran consideradas impuras.

La costumbre inglesa de venta de esposas era una de las formas de término de un matrimonio a finales del siglo XVII. Tras colocar a la mujer una correa, o rienda, alrededor de su cuello, brazo o pecho, el marido podía subastarla públicamente, vendiéndola al mejor postor.

¿Que hacia la autoridad?, Bueno, permitía que esto suceda. Un magistrado de comienzos de dicho siglo afirmó que no creía tener la autoridad suficiente para evitar las ventas de esposas, mientras que se conocen casos de comisionados de las Poor Laws  (sistema ingles de ayuda  a los pobres) que obligaban a los maridos a vender a sus esposas.

La venta de esposas persistió hasta comienzos del siglo XX. Según el historiador James Bryce, se produjeron  algunas de estas ventas alrededor de 1901. De acuerdo con las pruebas aportadas en un juicio celebrado en el condado de Leeds en 1913, una mujer afirmó que había sido vendida a un compañero de trabajo de su marido por una libra esterlina (poco más de un euro).

Esta situación de la mujer continuó casi hasta nuestros días, sin que existiera ningún cambio en la práctica, ya que una mujer difícilmente tenía algún derecho. La peor catástrofe que ha afectado a la mujer, llegó con la Revolución Industrial, ellas eran explotadas por ser más baratas como trabajadoras que el hombre.  Digo, en la práctica nada cambio porque siempre en teoría hubo muchas cosas escritas, por ejemplo en la legislación de 1882, se decretó, que en adelante las mujeres de Gran Bretaña gozarían del privilegio sin precedentes de quedarse con el dinero que ganasen.

 

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